jueves, 8 de febrero de 2018

La magia negra en los desayunos de oración de Jimmy Morales y Donald Trump

Y hasta donde la tradición oral guatemalteca nos ilustra, el único ente capaz de responder con monedas de oro y billetes de cien dólares a su conjuro, es nada más y nada menos que el mismo Diablo. Por eso el Desayuno de Oración no es otra cosa que un encuentro de seres infernales codiciosos como Jimmy Morales  y Donald Trump y por lo tanto un encuentro de Magia Negra para clamar al Maligno.


LA MAGIA NEGRA EN LOS DESAYUNOS DE ORACIÓN
DE JIMMY MORALES Y DONALD TRUMP


Por María de los Ángeles Roca

Los Hombres de Negocios del Evangelio Completo, pioneros de esa variante “espiritual” y altamente comercial del Evangelio de la Prosperidad, tan de moda en países donde la pobreza es extrema y los esfuerzos por salir de la mediocridad financiera prende en llamas infernales y hace de esas personas, digamos crédulas, en personas delirantes; y, como no podía ser de otra manera, encontró el perfecto acomodo en mentes sencillas y vulnerables como las de Jimmy Morales cuya sonrisa rozagante desapareció ya hace algunas semanas, con la inequívoca percepción que tendrá, irremediablemente en los meses que vienen, que irse por el sumidero del deshonor y la vergüenza. Su incondicionalidad con los militares y empresarios larvarios y primitivos, de nada le ha valido. Lamentablemente empezó a sentir la “soledad política” cuando, luego de pelarle la cara Donald Trump por su manifiesta falta de cooperación en lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal,  pese a la celeridad con que le respondió sobre el asunto de trasladar la embajada de Guatemala a Jerusalén, se ve obligado a estar compartiendo un Desayuno de Oración, que más que eso, por las personitas que asisten a esos eventos mascaradas, es un aquelarre de Magia Negra donde a un ignoto Dios solo se le pide una cosa: dinero y más dinero. Y hasta donde la tradición oral guatemalteca nos ilustra, el único ente capaz de responder con monedas de oro y billetes de cien dólares a su conjuro, es nada más y nada menos que el mismo Diablo. Por eso el Desayuno de Oración no es otra cosa que un encuentro de seres infernales codiciosos como Jimmy Morales  y Donald Trump y por lo tanto un encuentro de Magia Negra para clamar al Maligno.
               

El Evangelio de la prosperidad puso de moda los Desayunos, Almuerzos y Cenas de Oración y buena plata se tiene que pagar para ir a comer un miserable plato de pollo saturado de hormonas, porque un alto porcentaje de lo donado, es para la “Obra del Señor”. Este Evangelio capitalista es una extraña y cínica combinación de intereses terrenales sintetizados en la acumulación monetaria y una aparente preocupación por lo extraterrenal, es decir, búsqueda de la adquisición de la vida eterna, a cambio de la condenación eterna. Esta ideología neocapitalista con todos los visos de despierto disparate, muy vivaracha, quiere para sí las dos glorias juntas: vivir bastante bien en este mundo y estar disfrutando también de las calles de oro del reino celestial. ¿Quién se ha inventado tales tonterías? ¿Y si en efecto alguien las cree realmente? Se trata, pienso, de un burdo negocio que se mueve en el ámbito de las convencionalidades. Como los eventos teatrales o cinematográficos, donde actores y público saben que lo que ocurre en el escenario o en el set cinematográfico no es cierto, pero todos convienen que es cierto. Es lo mismo en todas las religiones, católica, islámica, judía o budista. Nadie realmente cree en Dios, pero es conveniente que todos digan creer, tener fe; para que la convención sea posible. Para que la reunión de grandes hipócritas funcione, para estar todos inmersos en las convenciones tan necesarias en este sistema, cuyo ideal máximo es hacer dinero que tiene dos caminos ¡oh fabulosos!, que bien puede ser aprovecharse del trabajo de los demás robándose el excedente del esfuerzo laboral o bien, como creo que ocurre en estos encuentro de Magia Negra, que los más listillos vivan de los tontos reales y de los que se hacen los tontos. ¿Desayuno de Oración? No, son los aquelarres de los tiempos que corren.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

No hay comentarios.: