lunes, 22 de diciembre de 2014

El golpe petrolero

La manipulación de los precios del petróleo entre Estados Unidos y Arabia Saudita está dirigida a desestabilizar a varios oponentes fuertes de las políticas globalistas de los EE.UU. Los objetivos incluyen Irán y Siria, ambos aliados de Rusia en oposición a EE.UU la única superpotencia. El principal objetivo, sin embargo, es la Rusia de Putin, la mayor amenaza hoy en día a la hegemonía de la superpotencia.


EL GOLPE PETROLERO


Por Mike Whitney

El subterfugio árabe-estadounidense está provocando el pánico en los mercados de valores y crediticio

"John Kerry, el secretario de Estado de los EE.UU, supuestamente llegó a un acuerdo con el rey Abdullah en septiembre bajo el cual los saudíes venderían el crudo por debajo del precio del mercado. Eso ayudaría a explicar por qué el precio ha ido cayendo en un momento en que, dada la agitación en Irak y Siria causada por Estado Islámico, normalmente estaría en aumento. (Stakes are high as US plays the oil card against Iran and Russia, Larry Eliot, Guardian)

Los poderosos intermediarios políticos de Estados Unidos han puesto al país en riesgo de otra crisis financiera al intensificar su guerra económica contra Moscú y seguir adelante con su plan de "pivotear hacia Asia".           

Esto es lo que está sucediendo: Washington ha convencido a los saudíes para que inunden el mercado con petróleo para bajar los precios, diezmar la economía de Rusia, y reducir la resistencia de Moscú al cerco de la OTAN y la proliferación de bases militares estadounidenses en Asia Central. El plan estadounidense-saudí ha reducido los precios del petróleo en casi la mitad desde que alcanzaron su máximo en junio. La fuerte caída de los precios ha hecho estallar la burbuja de la deuda de alto rendimiento que ha incrementado la turbulencia en los mercados crediticios mientras envía en picada los títulos accionarios internacionales. Aun así, la agitación de los mercados  y la dispersión del contagio no han disuadido a Washington de seguir adelante con su imprudente plan, un plan que utiliza al régimen títere de Riad para ejecutar la guerra global de los recursos energéticos de Washington. He aquí un breve resumen de un artículo de F. William Engdahl titulado The Secret Stupid Saudi-US Deal on Syria”:

"Los detalles están emergiendo de un nuevo acuerdo secreto, por cierto bastante estúpido, entre Arabia Saudita y Estados Unidos contra Siria y el llamado Emirato Islámico. Implica el control del petróleo y gas de toda la región y el debilitamiento de Rusia e Irán debido al sobreabastecimiento del mercado mundial con petróleo barato por parte de Arabia Saudita. Los detalles fueron finalizados en la reunión de septiembre por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry y el rey saudita...

…el reino de Arabia Saudita, ha estado inundando el mercado con petróleo con descuentos pronunciados, provocando una guerra de precios dentro de la OPEP... Los saudíes están dirigiendo las ventas de petróleo barato hacia Asia, en particular, China, su principal cliente asiático, donde parece que se encuentra ofreciendo su crudo por tan sólo $ 50 a $ 60 por barril en lugar del precio anterior de alrededor de $ 100. Esa operación de descuento financiero saudí a su vez tiene todas las apariencias de ser coordinada con una operación de guerra financiera del Tesoro de EE.UU, a través de su Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera, en cooperación con un puñado de actores dentro de Wall Street, que controlan el comercio de los derivados del petróleo. El resultado es un pánico en el mercado que está cobrando fuerza diariamente. China está muy feliz de comprar el petróleo barato, pero sus aliados cercanos, Rusia e Irán, están siendo golpeados severamente...

Según Rashid Abanmy, Presidente de las Políticas Petroleras de Arabia Saudita y del Centro de Expectativas Estratégicas con sede en Riad, el colapso espectacular de los precios está siendo causado deliberadamente por los saudíes, el mayor productor de la OPEP. La razón pública aducida es ganar nuevos mercados en un mercado global donde la demanda de petróleo se ha debilitado. La verdadera razón, según Abanmy, es presionar a Irán sobre su programa nuclear, y en el caso de Rusia para poner fin a su apoyo a Bashar al-Assad en Siria....Más del 50% de los ingresos del Estado ruso provienen de sus exportaciones de petróleo y gas. La manipulación de los precios del petróleo entre Estados Unidos y Arabia Saudita está dirigida a desestabilizar a varios oponentes fuertes de las políticas globalistas de los EE.UU. Los objetivos incluyen Irán y Siria, ambos aliados de Rusia en oposición a EE.UU la única superpotencia. El principal objetivo, sin embargo, es la Rusia de Putin, la mayor amenaza hoy en día a la hegemonía de la superpotencia. (The Secret Stupid Saudi-US Deal on Syria, F. William Engdahl, BFP)

Los EE.UU deben alcanzar sus objetivos en Asia Central o perder su posición como la única superpotencia del mundo. Es por esto que los políticos estadounidenses se han embarcado en una aventura tan arriesgada. Simplemente no hay otra manera de sostener el statu quo que permite a los EE.UU imponer su propio sistema coercitivo del dólar en el mundo, un sistema en el que los Estados Unidos intercambia papel moneda producido a voluntad por el Banco Central, por valiosas materias primas, productos manufacturados y el trabajo forzado. Washington está dispuesto a defender este sistema extorsionista de reciclaje de petrodólares hasta el final, incluso si esto significa la guerra nuclear.

Como el sobreabastecimiento del mercado le suma a la inestabilidad

Los destructivos y desestabilizadores efectos colaterales de este plan lunático son visibles en todas partes. El desplome de los precios del petróleo está haciendo que sea más difícil para las compañías energéticas obtener la financiación que necesitan para refinanciar su deuda o mantener las operaciones actuales. Las empresas piden prestado en base al tamaño de sus reservas, pero cuando los precios caen casi un 50 por ciento, como lo han hecho en los últimos seis meses, el valor de esas reservas cae bruscamente lo que corta el acceso al mercado dejando a los Directores Ejecutivos con la sombría perspectiva ya sea de vender los activos a precios de liquidación o enfrentar el default. Si el problema pudiera ser contenido dentro del sector, no habría ninguna razón para preocuparse. Pero lo que preocupa a Wall Street es que un aumento en las quiebras de las compañías energéticas podría propagarse en el sistema financiero y golpear a los bancos. A pesar de los seis años de tasas cero y flexibilización monetaria, los bancos más grandes del país continúan estando peligrosamente descapitalizados, lo que significa que una ola de quiebras inesperadas podría ser todo lo que se necesita para colapsar las instituciones más débiles e inclinar el sistema de nuevo a una crisis. He aquí un extracto de un artículo publicado en Automatic Earth titulado, “Will Oil Kill the Zombies?”:

"Si los precios continúan descendiendo aún más, al parecer la mayoría de todo el edificio del esquisto forzosamente se derrumbará. Y eso va a causar un tremendo movimiento telúrico en el mundo financiero, porque alguien ha suministrado los préstamos en los que todo el asunto se apoya. Una enorme cantidad de inversionistas han estado persiguiendo un alto rendimiento, incluyendo muchos inversionistas institucionales, y están a punto de ser arruinados.... Si los precios del petróleo siguen comportándose  de  la manera que lo han hecho últimamente, la Reserva Federal tendría en su lugar que pensar a cerca  de rescatar una vez más a los grandes bancos de Wall Street”. (Will Oil Kill the Zombies? Raúl Ilargi Meijer, Automatic Earth)

El problema con la caída de los precios del petróleo no es solo el aumento de la deflación o la caída de los beneficios; es el hecho de que cada aspecto de la industria -la exploración, desarrollo y producción- está apoyada en una montaña de números rojos (bonos basura). Cuando esa deuda ya no se puede reparar o aumentar, entonces los prestamistas primarios (contrapartes e instituciones financieras) sostienen fuertes pérdidas con efecto dominó que se propaga a través de todo el sistema. Echen un vistazo a esto de Marketwatch:

"No hay ‘ninguna duda’ de que para las compañías energéticas con un perfil de deuda más riesgoso el mercado de deuda de alto rendimiento "está esencialmente cerrado en este momento", y hay señales de que más tormentos podrían golpear el sector", el experto estratega en renta fija del US Bank Wealth Management, Dan Heckman dijo a Marketwatch. "Estamos llegando al punto en que esto se está volviendo muy preocupante". (Marketwatch)

Cuando las empresas energéticas pierden el acceso al mercado y no son capaces de pedir prestado a tasas bajas, es sólo cuestión de tiempo antes de que empiecen a tambalear en camino a la extinción.
El viernes, la Agencia Internacional de Energía (AIE) renovó la presión sobre los precios mediante la reducción de su cálculo para la demanda global de petróleo en 2015. El anuncio inmediatamente envió las acciones en picada. El Promedio Industrial Dow Jones (DJIA, por sus siglas en inglés) perdió 315 puntos al final del día, mientras que, según Bloomberg, más de "$ 1 billón fueron borrados del valor de los títulos accionarios globales durante la semana".

El mundo está inundado de petróleo barato que está causando estragos a los productores domésticos de esquisto que necesitan precios de alrededor de $ 70 por barril como punto de equilibrio. Con el West Texas Intermediate (WTI), actualmente dirigiéndose a los 60 dólares -y sin señales de estabilización a la vista- estos productores más pequeños seguramente serán golpeados severamente. Los fondos de pensiones, capital privado, bancos y otros inversionistas que apostaron en estos riesgosos bonos basura relacionados con los energéticos  serán severamente castigados en los próximos meses.

Los problemas en el área del petróleo se atribuyen principalmente a las políticas de dinero fácil de la Reserva Federal. Al caer las tasas a cero e inundar los mercados con liquidez, la Reserva Federal hizo posible que cada Tom, Dick y Harry pidieran prestado en el mercado de bonos, independientemente de la calidad de la deuda. Nadie imaginó que colapsaría dejando a todo un sector a la buena de dios. Todo el mundo pensaba que la  todopoderosa Reserva Federal podría corregir el problema poniendo la maquinita a funcionar. Después del baño de sangre de la semana pasada, sin embargo, no están tan confiados. He aquí cómo Bloomberg lo resume:

"El peligro de las burbujas inducidas mediante estímulos está empezando a manifestarse  en el mercado de la deuda de las compañías energéticas....Desde principios del 2010, los productores de energéticos han acumulado $ 550 mil millones en nuevos bonos y préstamos  en momentos que la Reserva Federal mantenía los costos de endeudamiento cerca de cero, de acuerdo con Deutsche Bank AG. Con los precios del petróleo en picada, los inversionistas están cuestionando la capacidad de algunos emisores para cumplir con sus obligaciones de deuda...

La decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés de referencia en mínimos históricos durante seis años ha animado a los inversores a canalizar dinero en títulos especulativos para generar rendimientos, aumentado la preocupación de que los riesgos fueron pasados por alto. Un informe de Moody's Investors Service esta semana, encontró que las protecciones de los inversores en la deuda corporativa se encuentran en su punto más bajo, mientras que los rendimientos promedios de los bonos basura fueron recientemente más bajos de lo que las empresas de inversión de bonos de alta calidad estaban pagando antes de la crisis crediticia”. (Fed Bubble Bursts in $550 Billion of Energy Debt: Credit Markets, Bloomberg)

El papel de la Reserva Federal en esta debacle no puede ser más claro. Los inversionistas acumularon en estos dudosos instrumentos de deuda porque pensaban que contaban con el respaldo de Bernanke  que intervendría a la primera señal de problemas. Ahora que la burbuja ha estallado y las pérdidas se están acumulando, la Reserva Federal no está por ningún lado.

En la última semana, la caída de los precios del petróleo ha comenzado a afectar a los mercados crediticios, donde los inversionistas están desechando la deuda en todo aquello que se considere en absoluto inestable. Los signos de contagio ya son evidentes y es probable que empeore. Los inversionistas temen que si no pulsan el botón de "venta" ahora, no van a ser capaces de encontrar un comprador posteriormente. En otras palabras, la liquidez se está secando rápidamente lo que está acelerando el ritmo del descenso. Naturalmente, esto ha afectado a los bonos del Tesoro de los EE.UU que todavía son vistos como "libres de riesgo". A medida que los inversores cada vez más adquieren bonos del Tesoro, los rendimientos a largo plazo han sido golpeados con dureza. Empezando el viernes, el bono a 10 años del Tesoro registró un minúsculo 2.08 por ciento, el tipo de lectura que uno esperaría en el medio de una depresión.

La insurgencia liderada por Arabia Saudita ha invertido la dirección del mercado, ha puesto en picada el mercado global de valores y provocado el pánico en los mercados del crédito. Y mientras que el sistema financiero cada día se aproxima más al borde de una crisis total, las autoridades de Washington han mantenido un absoluto silencio sobre el tema, sin pronunciar tanto como un pío de protesta por una política de Arabia Saudita que sólo puede ser descrita como un acto deliberado de terrorismo financiero.

¿Por qué está sucediendo eso? ¿Por qué Obama y Co. han mantenido la boca cerrada mientras que los precios del petróleo se han desplomado, las industrias domesticas han sido demolidas, y las acciones se han derrumbado? ¿Podría ser que en realidad están en connivencia con los saudíes y que todo es un gran juego diseñado para aniquilar a los enemigos del glorioso Nuevo Orden Mundial?

Ciertamente se ve de esa manera.







Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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