miércoles, 17 de septiembre de 2014

La oprobiosa miseria de los guatemaltecos contra la insultante riqueza de sus gobernantes

Guatemala es un país de enormes y escalofriantes contrastes, de millones de personas vive en la extrema pobreza y de unos funcionarios gubernamentales para quienes la democracia guatemalteca es un bendición porque les permite el privilegio de disponer de unos cuantos millones de quetzales, de procedencia dudosa, para gastárselos en costosos bienes de lujo. Y qué decir de la distribución de la riqueza donde una reducida minoría, 9 familias, es dueña del 80% de la riqueza nacional, mientras el restante 20% se divide entre los aproximadamente 14 millones de habitantes. No por algo Guatemala está considerada, entre los países democráticos, como uno de los lugares con los peores niveles de desigualdad económica en el mundo.


LA OPROBIOSA MISERIA DE LOS GUATEMALTECOS
CONTRA LA INSULTANTE RIQUEZA DE SUS GOBERNANTES


Por Luciano Castro Barillas

Estos comentarios quizá estén signados por lo repetitivo, lo reiterativo, como una aliteración retórica; anhelaríamos que su naturaleza fuera otra, pero que no sonara sobado, a lugar común; sin embargo, la realidad social guatemalteca se impone, su historia que hoy se construye es apabullante y demoledora y, casi impotente, uno asiste como ciudadano a dar su aporte para mejorar las cosas con lo único que tiene: su palabra. Palabra que vertida con dignidad e independencia por algunos periodistas dignos y valientes inmediatamente es calificada por el poder omnímodo nacional, la oligarquía; como calumnia y difamación. Nadie con un salario vicepresidencial de hace dos años y con un negocio de cosméticos que no es precisamente Channel o Carolina Herrera, sino productos de belleza de tercera categoría; puede hacer una compra de una residencia de descanso de veinticinco millones de quetzales. El periodista de investigación  (el señor Zamora de elPeriódico) que publicó el escandaloso y raro ingreso de altos funcionarios públicos, lo cual les permite tener acceso a tales bienes, está siendo acosado judicialmente desde hace algún tiempo por desvelizar a los políticos cimarrones guatemaltecos cuyo embozo se les cae a cada paso y quienes en una flagrante violación a la Ley Constitucional guatemalteca que garantiza la libertad de expresión, con gran artificio verbal y maña, intentan disminuir una garantía ciudadana, de las pocas que al final van quedado, diezmadas ya, del injusto sistema legal guatemalteco.

Ya usted ve, lector amigo, los escándalos que los sucesivos candidatos presidenciales denuncian cada cuatro años sobre el endeudamiento externo de Guatemala, que está llevando a  las finanzas guatemaltecas de manera real a la línea roja, que no es otra cosa que al estado de insolvencia total, a la imposibilidad de pagar una deuda que crece exponencial y viciosamente porque el hoyo negro del déficit fiscal no hay dinero recaudado que lo llene, por una sencilla razón; porque en este país solo tributan los sectores populares vía consumidor final y las capas medias a través del impuesto sobre la renta. Y no se trata de acosos de la izquierda, ni conspiraciones comunistas de “malos guatemaltecos” como estilan decir los militares delirantes y trasnochados enfermos de anticomunismo que no acaban de extinguirse del tinglado político nacional. No. Dice esto la propia madre que los alimenta, que mantiene este intercambio económico injusto en casi todo el mundo y que es totalmente brutal en Guatemala. Lo afirma el más reciente estudio del Banco Mundial, de fecha 11 de septiembre de 2014. De 186 países objeto de estudio por esa entidad expoliadora internacional, Guatemala ocupa el ÚLTIMO LUGAR EN INGRESOS Y GASTO PÚBLICO. Bueno, no tardarán los del partido intrascendente que gobierna Guatemala en decir lo contrario y justificar lo injustificable.

El documento denominando  Análisis para el Diálogo Nacional Económico de Guatemala, da pormenores que los ingresos del gobierno del 2010 al 2013, representaron el 11.5 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, de esa riqueza global del país, en tanto que en el resto de Centro América el promedio es del 19.8% por ciento o sea el 20%. El gasto público en el mismo período estudiado representó el 14.1% del Producto Interno Bruto, en tanto que las demás naciones centroamericanas fue del 22.8%, de hecho el 23% por ciento. Ahora bien, cómo se explica entonces que si bien Guatemala ha crecido desde el 2008 de manera modesta, ese crecimiento no se refleja en la reducción de la pobreza, pues contrario a lo que acontece en todo América Latina donde la pobreza se redujo en 15.3 por ciento (del 42% al 26.7%), en tanto en Guatemala esa reducción fue tan raquítica y miserable como lo refleja el 2.5% por ciento, o sea que esa cifra infame logró moverse del 56.3% al 53.7% por ciento. Pero todas estas cifras estremecedoras no están sujetas a la entelequia de las “fuerzas invisibles del mercado”. No es así. Es porque sencillamente ese número reducido de ricos guatemaltecos  (9 familias en total) concentran en las condiciones de miseria actual un 80% de la riqueza nacional, contra el 20% de riqueza dividida entre 13 o 14 millones de habitantes.  Por eso estamos como estamos ¿no?

Creerle a los politiqueros nacionales resulta imposible, en tanto no lleven en sus programas políticos algo fundamental para la vida nacional: que paguen los grandes ricos para que el ingreso y la inversión público mejore y romper de esa manera el enfermizo endeudamiento externo cuya deuda, de hecho, ya es imposible de pagar, además de inmoral pagarla; porque se la han robado todos los politiqueros en su conjunto y sus amos oligarcas. Triste destino, sin posibilidades de cambio por el momento, aunque esto suene trágico, determinista o derrotista. La coyuntura de la izquierda, lamentablemente, no puede articularse, sumida como siempre en el personalismo, el sectarismo y hegemonismo. Será el movimiento social sin partido el que tenga que impulsar las reivindicaciones porque no se columbra una fuerza política capaz de sustituir esta politiquería asqueante que día a día, se labra la estaca.







Publicado por LaQnadlSol
USA.

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