martes, 30 de septiembre de 2014

Un cáncer para el planeta

El capitalismo es un cáncer que se está apoderando de nuestro planeta. Los capitalistas  se  benefician del calentamiento global, de la destrucción de nuestros océanos, del bombeo cada vez más frecuente de productos químicos en la atmósfera y de patentar todo lo que pueden, incluyendo la vida misma. Sólo mediante la eliminación del capitalismo podemos rescatar a nuestro medio ambiente.


DIEZ RAZONES PARA
ODIAR EL CAPITALISMO


Por Gary Engler

10. Las corporaciones capitalistas sufren de un trastorno de la personalidad caracterizado por un persistente comportamiento antisocial, empatía y arrepentimiento disminuidos, y son recompensados ​​por los accionistas por actuar de esa manera. Si las corporaciones pudieran ser enviadas a la clínica de un psicólogo criminalista serían diagnosticados como psicópatas y encerrados para siempre.


9. El capitalismo fomenta la codicia. Pero la codicia es buena sólo para los capitalistas. Para las personas normales, es antisocial y destructora del alma, sin mencionar lo malo que es para nuestras comunidades, que se basan en el altruismo, la compasión y la preocupación generalizada por los demás.

8. El capitalismo es un sistema de privilegios para una minoría y de dominación de clase basada en la propiedad privada de los medios de subsistencia. Esto les da a unos pocos ricos el poder para comprar y vender puestos de trabajo, lo que significa que pueden construir o destruir comunidades enteras que dependen de esos puestos de trabajo.

7. Los capitalistas alaban la libertad y el individualismo, pero destruyen la libertad y el individualismo para todo el mundo excepto para sí mismos. A la gran mayoría de los que trabajamos para ganarnos la vida se nos pide cada día que sigamos las órdenes sin cuestionamiento alguno, actuando como si fuéramos máquinas, y limitar nuestra creatividad a lo que beneficia a nuestros jefes.

6. Los capitalistas denigran  la cooperación y el colectivismo, pero crean procesos de producción en masa que dependen de ambos con la participación de los trabajadores. Su sistema requiere que seamos engranajes de una máquina gigante que genera enormes ingresos, pero debido a que temen el poder que esto nos da nos dicen que trabajando juntos por nuestros propios intereses es ilegítimo y malo. De esta manera los capitalistas socavan los sindicatos y otras organizaciones que alientan a los trabajadores a cooperar unos con otros y actuar colectivamente.

5. El capitalismo requiere del sistema de propaganda más grande que el mundo haya conocido jamás para convencernos de que es el único sistema posible. Convierte a las personas en consumidores a través de la publicidad, el marketing, el entretenimiento e incluso las llamadas noticias. Millones en todo el mundo son empleados para que usen su creatividad para transformar nuestros sentimientos de amor, deseo, solidaridad humana y  equidad en herramientas de manipulación, para que cada vez más los beneficios pueden fluir a las manos de una pequeña minoría.

4. El capitalismo es un sistema en el que el principio de un dólar, un voto, domina el de una persona, un voto. Los que poseen la mayoría de las acciones (compradas con su dinero) controlan las gigantescas corporaciones, muchas de los cuales son más poderosas que casi todos los gobiernos. La gente rica también usa su dinero para controlar las elecciones que se supone nos da a todos un voto igual. Bajo el capitalismo los que tienen más dinero tienen derecho a la mayoría de los bienes y servicios, así como a decidir sobre la dirección de nuestros gobiernos y nuestra economía.

3. El capitalismo proclama la virtud del egoísmo irrestricto, pero el interés propio sin tener en cuenta la moral, la ecología o el sentido común conduce a la degradación del medio ambiente, la destrucción de las comunidades indígenas, el colonialismo, la guerra y otras formas de destrucción masiva. El interés propio conduce a los capitalistas a buscar provecho por todas partes de manera absoluta, sin importar el daño causado a otras personas y la salud de los ecosistemas del planeta. El interés propio conduce a los capitalistas a destruir cualquier sistema económico rival o forma de pensar (como el uso comunal de la tierra indígena y el respeto a la naturaleza) que pueden ser una barrera para su interminable búsqueda del beneficio.

2. El capitalismo no es un amigo de la democracia, sino en definitiva, su enemigo. Cuando se les empuja, los capitalistas eligen capitalismo sobre la democracia. Si las personas usan la democracia para debilitar el poder de los capitalistas los ricos y poderosos recurren a diversas formas de fascismo para mantener sus privilegios.

1. El capitalismo es un cáncer que se está apoderando de nuestro planeta. Los capitalistas  se  benefician del calentamiento global, de la destrucción de nuestros océanos, del bombeo cada vez más frecuente de productos químicos en la atmósfera y de patentar todo lo que pueden, incluyendo la vida misma. Sólo mediante la eliminación del capitalismo podemos rescatar a nuestro medio ambiente.


Gary Engler es un periodista y novelista canadiense (The Year We Became Us) coautor del recientemente publicado New Commune-ist Manifesto — Workers of the World It Really is Time to Unite (www.newcommuneist.com).  En la actualidad está trabajando en la primera gran novela sobre el hockey provisionalmente titulada Puck Hog.





Publicado por LaQnadlSol
USA.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Las negociaciones secretas de Obama con Arabia Saudita

Todo eso es revelado por el Wall Street Journal en un artículo que expone las negociaciones que tras bastidores los EE.UU condujo con Arabia Saudita para obtener “luz verde” y poder lanzar sus ataques aéreos contra ISIS, o más bien, contra secciones de Irak y Siria. Y como es lógico, es una vez más Assad cuyo destino era la moneda de cambio para lograr que los saudíes se pusieran del lado de los EE.UU.


LAS “NEGOCIACIONES SECRETAS” DE OBAMA CON ARABIA SAUDITA
QUE PRECEDIERON A LOS ATAQUES AÉREOS DE EE.UU CONTRA SIRIA


By Tyler Durden

Para aquellos a quienes la reciente campaña de Estados Unidos contra Siria les parece un deja vu de la tentativa de guerra que estuvo a punto de estallar el verano pasado para derrocar a su presidente Bashar al-Assad, que se detuvo en el último minuto debido a una muy enérgica intervención rusa,  y el estallido de una posible guerra en el Mediterráneo entre las fuerzas navales estadounidenses y rusas, lo es porque lo son.

Y como recordatorio, al igual que el año pasado, el mayor comodín en esta y en aquella intervención  directa (o invasión, o incluso guerra como algunos preferirían llamarla) en el territorio soberano de Siria, no fue EE.UU, sino Arabia Saudita  -recordar el artículo de agosto del 2013- “Meet Saudi Arabia’s Bandar bin Sultan: The Puppetmaster Behind The Syrian War.” Bin Sultan fue oficialmente despedido  poco después de que la campaña del 2013 para sustituir el liderazgo de Siria con un régimen más “dócil” había, si no oficialmente, fracasado (véase más adelante), pero las ambiciones de Arabia Saudita con respecto a Siria se mantuvieron.

Todo eso es revelado por el Wall Street Journal en un artículo que expone las negociaciones que tras bastidores los EE.UU condujo con Arabia Saudita para obtener “luz verde” y poder lanzar sus ataques aéreos contra ISIS, o más bien, contra secciones de Irak y Siria. Y, sin causar sorpresa, es una vez más Assad cuyo destino era la moneda de cambio para lograr que los saudíes se pusieran del lado de los EE.UU, ya que para poder iniciar la incursión en territorio soberano sirio “se necesitaron meses de trabajo tras bastidores de los EE.UU y los líderes árabes, que estuvieron de acuerdo en la necesidad de cooperar contra el Estado Islámico, pero no cómo, ni cuándo. El proceso les permitió a los saudíes tener ventaja para extraer un nuevo compromiso de Estados Unidos para intensificar el entrenamiento de los rebeldes que luchan contra Assad, cuya desaparición los sauditas todavía ven como una prioridad”.

En otras palabras, John Kerry llegó, vio y prometió todo lo que pudo, incluyendo la pieza faltante del rompecabezas -la propia Siria en bandeja de plata- con el fin de evitar otra humillación diplomática.

Cuando el señor Kerry aterrizó en Jeddah para reunirse con el rey Abdullah el 11 de septiembre, él no sabía a ciencia cierta qué más los saudíes estaban dispuestos a hacer. Los saudíes habían informado a sus homólogos estadounidenses antes de la visita que estarían dispuestos a proporcionar poder aéreo, pero sólo si quedaban convencidos de que los estadounidenses eran serios acerca de un esfuerzo sostenido en Siria. Los saudíes, por su parte, no estaban seguros hasta donde estaría Obama dispuesto a llegar, según diplomáticos.

Dicho de otro modo, la retribución demandada por Arabia Saudita para darle su “bendición” a los ataques aéreos estadounidenses y hacerlos aparecer como un acto de alguna coalición, es la eliminación del régimen de Assad. ¿Por qué? Para que, como también lo explicamos el año pasado, el contenido de los grandes campos de gas natural de Qatar puedan finalmente ser dirigidos a Europa, que por cierto es también el deseo de los Estados Unidos - ¿qué mejor manera de castigar a Putin por sus acciones recientes que aplastando la principal ventaja que el Kremlin tiene sobre Europa?

Pero volvamos con los saudíes y cómo el acuerdo para bombardear Siria fue elaborado:

Los norteamericanos sabían que había mucho en riesgo en esa reunión del 11 de septiembre con el rey de Arabia Saudita en su palacio de verano en el Mar Rojo.

Un año antes, el rey Abdullah se había enfurecido cuando el presidente Barack Obama canceló los ataques contra el régimen de Siria, Bashar al-Assad. Esta vez, los EE.UU necesitaba el compromiso del rey para apoyar una misión diferente en Siria -contra el grupo extremista del Estado Islámico- sabiendo que había pocas esperanzas de montar un frente árabe sin su apoyo.

En el palacio, el secretario de Estado John Kerry pidió asistencia incluyendo ataques aéreos, de acuerdo con funcionarios estadounidenses y del Golfo. “Vamos a proporcionar cualquier apoyo que usted necesite”, dijo el rey.

Pero sólo después de que los saudíes obtuvieran las garantías anteriormente mencionadas, de que Assad caerá. Y para hacer eso tendrían que ejercer una fuerte presión sobre Obama:

Desconfiado de una repetición del anterior cambio de opinión de Obama, los saudíes y los Emiratos Árabes Unidos se decidieron por una estrategia destinada a hacer más difícil para Obama cambiar de rumbo. “Cualquier cosa que ellos pidan, usted digan que 'sí'", dijo un asesor del bloque del Golfo a cerca de su estrategia. “El objetivo era no darles ninguna razón para la demora  o dar marcha atrás”.

La participación árabe en los bombardeos es de un valor más simbólico que militar. Los estadounidenses han tomado la iniciativa y han arrojado mucho más bombas que sus homólogos árabes. Pero las muestras de apoyo de un Estado sunita importante para una campaña contra un grupo militante sunita, dijeron funcionarios de Estados Unidos, han hecho que el Sr. Obama se sintiera cómodo al autorizar una campaña que él había resistido previamente.

Ciertamente, hasta ahora Obama se ha abstenido de bombardear directamente Assad, es sólo una cuestión de tiempo:

“El éxito de la alianza dependerá de cómo las dos partes concilian sus diferencias fundamentales sobre Siria y otros asuntos. Los líderes sauditas y miembros de la oposición siria moderada están apostando a que los EE.UU puedan finalmente ser jalonados en la dirección de los ataques aéreos contra Assad además del Estado Islámico en apoyo de los combatientes moderados.  Funcionarios estadounidenses dicen que el gobierno no tiene ninguna intención de bombardear las fuerzas de Assad”... por ahora.

Pero ¿A qué se debe la insistencia de Arabia Saudita en eliminar a Assad? Aquí está la opinión del WSJ:

Para los saudíes, Siria se había convertido en un frente de batalla crítico por la influencia regional con Irán, un aliado de Assad. En vista de que el Sr. Assad intensificaba la represión interna, el rey decidió hacer lo que fuera necesario para hacer caer al líder sirio, dicen diplomáticos árabes.

En la última semana de agosto, una delegación militar estadounidense y del Departamento de Estado viajó a Riad para sentar las bases de un programa militar de entrenamiento de la oposición siria moderada para combatir tanto al régimen de Assad como al Estado Islámico -algo que los saudíes han solicitado desde hace mucho. El contingente de Estados Unidos quería permiso para utilizar las instalaciones militares saudíes para el entrenamiento. Los ministros saudíes de alto nivel, previa consulta durante la noche con el rey, estuvieron de acuerdo y se ofrecieron a pagar la mayor parte de la factura. El Sr. Jubeir fue al Capitolio a presionar a legisladores claves para aprobar una ley que autoriza el entrenamiento.

Y una vez que los EE.UU de nuevo se plegaron a las demandas de Arabia Saudita para atacar a otro país soberano, lo que seguía era simplemente una cuestión de planificación:

Horas antes de que la campaña militar comenzara, funcionarios de Estados Unidos llevaron a cabo una conferencia telefónica para discutir los preparativos finales. Durante la llamada, los oficiales militares hicieron preguntas de último minuto acerca de si Qatar tomaría parte y si los países harían públicas sus acciones.

El Sr. Kerry estaba alojado en una suite en el piso 34 del hotel Waldorf Astoria de Nueva York, donde se reunía con líderes que asisten a las reuniones de las Naciones Unidas. Él llamó a sus homólogos del Golfo para asegurarse de que estaban todavía a bordo. Ellos lo estaban.

Los Emiratos Árabes Unidos, lo cuales algunos funcionarios de la defensa se ​​refieren como la “Pequeña Esparta” debido a su desproporcionada fuerza militar, tuvo el papel más robusto. Uno de los pilotos de los EAU era una mujer. Dos de los F-15 eran piloteados por miembros de la familia real saudí, entre ellos el príncipe Khaled bin Salman, hijo del príncipe heredero. En la tercera oleada del ataque inicial, la mitad de los aviones de ataque en el cielo eran de países árabes.

La mejor noticia para Obama: ahora es sólo cuestión de tiempo para recrear la misma bandera falsa que la alianza saudí-estadounidense empujó con tanta fuerza sobre la opinión publica mundial en el verano del 2013 para justificar el primer intento de eliminar a Assad, y lograr una vez más la “avenencia” de una fracción del  público, naturalmente, con el apoyo de los medios de comunicación de Estados Unidos.

Pero ¿cómo sabe uno que no es otra vez más que un montaje? La siguiente nota debería explicar todo:

Los participantes saudíes en la reunión del 11 de septiembre incluían al príncipe Bandar bin Sultan, quien como jefe de espías del rey el año pasado entró en conflicto con el Sr. Kerry sobre la política de Siria e Irak. Los funcionarios estadounidenses interpretaron su presencia como una señal de que el rey quería asegurarse de que el sequito estaba unido, dijeron funcionarios estadounidenses.

En realidad, su presencia es una señal de que el mismo titiritero que movía los hilos, y fracasó, en el 2013 en eliminar a Assad, y como se señaló anteriormente fue eliminado al menos oficialmente del escenario, posteriormente, vuelve a ser la persona a cargo de la campaña siria, sólo que esta vez de manera no oficial, y esta vez tiene a Obama totalmente bajo su mando.






Publicado por LaQnadlSol
USA.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Estados Unidos esperanzado con las elecciones de Brasil

La política exterior de Marina Silva se orientará, según el libro de su compañero de fórmula Beto Albuquerque, al mayor acercamiento a los Estados Unidos, la Unión Europea, Chile y cierto distanciamiento del MERCOSUR, precisamente lo que anhela Washington. También aspira lograr integración con la Alianza del Pacífico, el bloque creado por los Estados Unidos y conformado por Colombia, Chile, México y el Perú.


ESTADOS UNIDOS ESPERANZADO
CON LAS ELECCIONES DE BRASIL


Por Vicky Peláez

Sírvete de lo aparente como indicio de lo inaparente (Solón, 640 a.C – 558 a.C)

En los pocos días que faltan para celebrarse los comicios presidenciales en Brasil, la prensa globalizada tanto internacional como nacional ha dado su claro respaldo a la ex militante del Partido Comunista de orientación maoísta, Marina Silva quien con el pasar de los años cambió su ideología radical por el espiritualismo evangélico neo pentecostal y abrazó una muy extraña  causa ecologista.

También en estos años de su evolución política perdió el apoyo de sus ex compañeros del movimiento “Sin Tierra” mientras se acomodaba con el sector agroindustrial y financiero del país asegurando su respaldo para las elecciones.

A la vez, los grandes medios de comunicación, actuando como un partido político, desataron una guerra mediática contra la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que también se presenta para las elecciones como candidata por el Partido de los Trabajadores (PT). Como lo afirmó el periodista Darío Pignotti, estos medios “desinforman en conjunto sobre escándalos que afectan el gobierno y omiten las informaciones sobre las políticas sociales exitosas”.

Siguen ciegamente la consigna impuesta por Washington para terminar con la herencia populista de Luiz Inácio Lula da Silva quien gobernó Brasil desde 2003 a 2010, reemplazándola por la neoliberal del ex presidente Fernando Cardoso (1995-2002) del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB).

Ya es de conocimiento público que la cuna del periodismo globalizado es el departamento de Estado norteamericano que desde el siglo pasado tiene su mirada puesta en Brasil, la sexta economía del mundo y el quinto país del planeta por superficie, cuenta con la población de 202 millones de habitantes. Sus riquezas naturales son inmensas.

Para entender el interés norteamericano en convertir este país en su aliado incondicional, baste mencionar el nuevo yacimiento de petróleo bajo el mar a 2.000 metros de profundidad en el lecho oceánico, denominado “pre-sal”, que oculta 80 mil millones de barriles de petróleo. Con el descubrimiento de este yacimiento las reservas del oro negro de Brasil subirían a 100 mil millones de barriles.

Y esto sin mencionar la riqueza de la Amazonía, su bosque tropical llega a la extensión de 4,6 millones de kilómetros cuadrados del total de seis millones de kilómetros cuadrados, considerándose la Amazonía por ser una de las ecoregiones con mayor biodiversidad en el mundo. Precisamente en esta región está ubicado el Acuífero Guaraní con el volumen de agua estimado de 37.000 kilómetros cúbicos y cuya extensión es de 1.200.000 kilómetros cuadrados, de los cuales 840.000 kilómetros cuadrados están bajo la superficie de Brasil.

El petróleo y el agua dulce representan un interés geoeconómico para los Estados Unidos. Son causantes de todas las últimas guerras e invasiones de Norteamérica y sus aliados europeos de la OTAN. Por esta razón, no pudieron perdonar a Libia ya que posee reservas de petróleo alrededor de 50 mil millones de barriles y gran parte del Acuífero de Nibia que es el mayor reservorio de agua fósil en el mundo que cubre dos millones de kilómetros cuadrados y contiene aproximadamente 150.000 kilómetros cúbicos de agua dulce.

Desde hace mucho tiempo, Brasil, la zona de Orinoco en Venezuela y el Golfo de Guinea en África forman un triángulo rico en hidrocarburos de gran interés para los Estados Unidos y la Unión Europea. Esta área es bastante segura en comparación con el Golfo Pérsico y es patrullada constantemente por la marina de guerra norteamericana. Teniendo en cuenta que Brasil es el segundo productor de petróleo en Sudamérica después de Venezuela y es el país donde, según encuestas oficiales, un promedio de 63 por ciento de la población percibe positivamente a EEUU, los estrategas de Washington consideran reemplazar el oro negro venezolano por el brasileño.

También el Acuífero de Guaraní es un codiciado objeto de deseo para Estados Unidos cuyas reservas de agua dulce son mucho más limitadas.
De acuerdo a un informe del Tribunal Dignidad, Soberanía y Paz contra la Guerra publicado en el 2005, en los libros escolares de High School Junior se enseña a los estudiantes norteamericanos que su país “debe administrar la Cuenca Amazónica para bien de la humanidad ya que es la región más rica en biodiversidad, en agua y oxígeno de la tierra, no puede ser administrada por pueblos ignorantes”. Seguro que precisamente estos intereses, camuflados con las consignas anticomunistas fueron utilizados por la CIA y el Pentágono para incentivar a los militares brasileños a dar un golpe de Estado en 1964 al presidente legítimamente elegido Joao Goulart quien trazó un curso neutral de su política exterior.

Los militares brasileños entrenados en la Escuela de las Américas gobernaron a sangre y fuego al Brasil hasta 1985. Allí recibió su primera fama el experto norteamericano en torturas, Dan Anthony Mitrione, el inventor de la “Silla de Dragón” usando electroshoks. Este experto que participó en el adiestramiento de 100.000 policías brasileños y 523 especialistas en tortura enseñaba a sus alumnos como “aplicar el dolor preciso, en el momento preciso, en la cantidad precisa, para el efecto deseado”. La transición a la democracia ha sido penosa y lenta. Los militares brasileños amparados por la Ley de la Amnistía representan un poder dentro del poder del gobierno.

Ya se puede imaginar cuanta sutileza tenía que usar Luiz Inácio Lula da Silva quien gobernó el país de 2003 a 2010 para poder transformar el país, aunque en términos limitados, para sacar de pobreza unos 50 millones de habitantes y hacer más independiente su política internacional. Su amistad con Hugo Chávez, Evo Morales, Fidel Castro, Daniel Ortega se consideraba por el departamento de Estado norteamericano como una “locura”.

El periodista Augusto Zamora escribió en el periódico La Insignia en febrero de 2005 que “contra Lula se alinearon en una sacrosanta cacería el emperador y el gran capital, la oligarquía y las trasnacionales, los empresarios europeo y estadounidenses, la CIA y la cúpula militar. Tenía que tejer fino Lula, un hilo como el de Ariadna, para satisfacer la magnitud de sus adversarios”.

Inclusive para satisfacer las presiones de Estados Unidos y de la cúpula militar nacional, el presidente que criticaba el Plan Colombia, tuvo que ceder y firmar con los EE.UU. “Convenio de Cooperación Militar” dejando sin piso el empeño de UNASUR de no permitir la penetración militar estadounidense en América del Sur. Su seguidora, la presidenta Dilma Rousseff del mismo Partido de los Trabajadores (PT) siguió su política combinando el neoliberalismo con el populismo selectivo. Sus intentos de lograr cierto acercamiento a Norteamérica fueron frustrados por las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense en Brasil.

El 5 de Octubre próximo es el día para que los 142 millones de votantes brasileños definan hacia dónde irá su país en los próximos cuatro años. Más de 100 intelectuales y artistas de Brasil exhortaron a la población a votar por Dilma Rousseff para prevenir el retorno al pasado neoliberal del ex presidente Fernando Cardoso (1995-2002), que asusta a la mayoría de la población, y seguir el modelo de Lula da Silva “tejiendo fino” política y económicamente y combinando el populismo con neoliberalismo y conservando cierta independencia en relaciones exteriores.

El popular teólogo Leonardo Boff declaró hace poco que “esta revolución debe ser continuada y consolidada” por ser la única en la historia del país. La puesta en marcha del proyecto petrolero pre-sal aportaría según Dilma Rousseff recursos financieros adicionales para mejorar el sistema de salud, educación y el transporte.

Sin embargo, su contrincante principal Marina Silva, que, según su propia declaración, no toma ninguna decisión sin consultar la Biblia ha trazado otro destino para Brasil. Marina Silva, amiga del asesinado Chico Méndez, eligió como vicepresidente para su plancha presidencial al promotor de la soja transgénica de Monsanto, Beto Albuquerque. Sus asesores económicos son el conocido neoliberal Eduardo Gianetti de Fonseca de la Federación de Industrias de San Paulo y André Lara Resende – autor del Plan Real (neoliberal) del gobierno de Fernando Cardoso y su asesora de finanzas es heredera del imperio bancario y financiero Banco Itaú, Neca Setúbal.

La política exterior de Marina Silva se orientará, según el libro de su compañero de fórmula Beto Albuquerque, al mayor acercamiento a los Estados Unidos, la Unión Europea, Chile y cierto distanciamiento del MERCOSUR, precisamente lo que anhela Washington. También aspira lograr integración con la Alianza del Pacífico, el bloque creado por los Estados Unidos y conformado por Colombia, Chile, México y el Perú.

Su propósito es contrarrestar la influencia del MERCOSUR y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). También detrás de la Alianza del Pacífico se oculta el Tratado Trans-Pacífico de la Asociación Económica de la Región de Asia-Pacífico (TPP) completamente bajo el dominio de Norteamérica.

En fin, el pueblo brasileño es suficientemente maduro e inteligente y sabrá elegir cuál de estas dos mujeres dirigirá el destino del país.







Publicado por LaQnadlSol
USA.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El presidente Maduro pide la liberación de Oscar López Rivera

“Soy creyente de que la verdad sobrevivirá y prevalecerá tal como nuestra batalla y noble causa han podido hacerlo durante siglos. Soy puertorriqueño y no quiero ser ninguna otra cosa. Pero también me considero un ciudadano de este universo en que vivimos. Creo que es posible un mundo mejor y más justo y es por tal una de las razones que elijo luchar por la independencia de mi patria. Reclamo “¡ay de él/ella que no tiene patria!”. Mucho amor. EN RESISTENCIA Y LUCHA, OLR”.

El anterior es un fragmento de un mensaje del prisionero político portorriqueño Oscar López Rivera publicado con motivo del 33o aniversario de su arresto en Estados Unidos. En su reciente discurso en la ONU el presidente venezolano Nicolás Maduro le pidió a Barack Obama que “en estos dos años lance mensajes que queden para el tiempo y que lo hagan trascender con algún recuerdo positivo por parte de los pueblos. Déle la libertad a Oscar y a los tres cubanos que están luchando contra el terrorismo".

"Tenga altura y tenga bondad. Pido a Dios que le coloque un halo de luz en su mente y en su corazón para que se inspire".


EL PRESIDENTE MADURO REINVINDICA EN LA ONU
LA LIBERACIÓN DEL PORTORRIQUEÑO OSCAR LÓPEZ RIVERA, PRESO
EN LA TIERRA DE LA LIBERTAD ( ?) HACE 30 AÑOS


Por Luciano Castro Barillas

La grandeza de la Revolución Bolivariana presidida por el compañero Nicolás Maduro se hizo grande y lo será aún más con la estatura humana de lo solicitado: la liberación del preso político más antiguo del hemisferio americano, el luchador independentista portorriqueño Oscar López Rivera, preso actualmente en una cárcel estadounidense desde hace 30 largos años acusado por haber violado la ley del correo, del servicio militar obligatorio, de armas, de explosivos, del gran jurado y de la mordaza. Se le acusó también de conspiración, sedición, agresión, desacato, incitación a motín y de penetrar sin autorización a instalaciones de los Estados Unidos, curiosamente Oscar López, fue condecorado por su valor en combate en la guerra de Viet Nam a su retorno a Chicago, pero sin piedad alguna se le endosaron doce delitos del código penal de los Estados Unidos, lo que le valió por parte del jurado totalmente parcializado que le tocó juzgarlo la sentencia de dos condenas que en conjunto suman 70 años de prisión inconmutable. Se le ofreció la libertad condicional durante la administración del pervertido sexual Bill Clinton, luego de la liberación de varios presos políticos portorriqueños que habían ya cumplido 20 años de cárcel, lo cual fue rechazado por Oscar López en tanto sus demás compañeros permanecieran en prisión. Algo que dice de la grandeza de espíritu de este valiente hombre cuyo pensamiento político y estatura moral coincide totalmente con lo dicho por Dilcia Pagán: (…) los que internalizamos el valor y el sacrificio, estamos convencidos que nuestro movimiento de liberación nacional no cobraría fuerzas sin personas dispuestas a prescindir de su libertad a cambio de la de su pueblo. Por ello lo declarado por el presidente Nicolás Maduro adquiere una connotación entre los movimientos progresistas de América y del mundo, principalmente por la visita que hará el representante colonialista que hoy funge como presidente del inefable Estados Unidos, el morenazo de la gran lengua y pocos hechos, Barack Obama. Sorprende sí que el injusto encarcelamiento de estos patriotas portorriqueños no haya tenido la difusión ni la solidaridad  -pues están presos desde 1981-  que la otra injusta prisión con los cinco cubanos. Por ello, personalmente, valoro la profunda humanidad y magnanimidad de la Revolución Bolivariana, por hacer suya la causa de Puerto Rico y no solo reivindicar sus asuntos nacionales, algo que contradice los principios marxistas-leninistas de internacionalismo proletario, en este caso en materia humanitaria. Un lamentable olvido o una revolución cubana muy pagada de sí misma y excedida en la exposición de un caso indudablemente injusto, pero no el único. Los patriotas que están encarcelados actualmente son los siguientes: Haydeé Beltrán, Luis Rosa, Ricardo Jiménez, Elizam Escobar, Carmen Valentín, Carlos Alberto Torres, Dilcia Pagán, Adolfo Matos, las hermanas Alicia Rodríguez e Ida Luz Rodríguez; Alejandrina Torres, Edwin Cortés, Alberto Rodríguez y William Guillermo Morales. Ellos, al momento de su captura, asumieron su condición de prisioneros políticos, o si lo querían los infames funcionarios de seguridad gringos como prisioneros de guerra, por su condición de combatientes anticoloniales. Nunca reconocieron la jurisdicción de los tribunales espurios de los Estados Unidos y solicitaron una y otra vez para ser juzgados por tribunales internacionales o un tercer país para dirimir el conflicto sobre la soberanía.

Ellos debieron ser juzgados con el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949, que garantiza los derechos de los prisioneros de guerra. La Convención de Ginebra reconoce no solo a las personas capturadas por la lucha de la ocupación colonial, sino también, la ocupación de un país por un régimen racista y los luchadores políticos que participan en la lucha por la libre autodeterminación de los pueblos. El Convenio fue ratificado por la Resolución 2,852 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1971, mandato internacional que fue pasado como papel sanitario por las hemorroides crónicas del tío Sam.

El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ha emitido infinidad de resoluciones ha demandado la excarcelación de los patriotas portorriqueños, lo han hecho organizaciones de la sociedad civil que han denuciado las inhumanas condiciones en que llevan sus condenas. Pero nada de lo dicho y resuelto por los hombres decentes del mundo es escuchado por un imperio que, afortunadamente, está en franca decadencia. Y todo lo que actualmente hace en Siria y Ucrania, no son más que los estertores de una fiera herida que garras en ristre se niega a morir. Pero la quiebra mundial del neoliberalismo la ha herido de muerte y esperamos todos los hombres que amamos la paz y de una manera modesta luchamos por la justicia, que esta agonía no sea tan prolongada, para bien de toda la humanidad.






Publicado por LaQnadlSol
USA.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La Globalización Neoliberal en la cultura

Los medios son sin lugar a dudas los A.I.E. (Aparatos de ideologización y adoctrinamiento del Estado) más poderosos para someter a las sociedades y colectivos periféricos del capitalismo, a un estado de sumisión espiritual e intelectual ante los valores hegemónicos que emanan los centros de poder del capitalismo (Usamérica y Europa). La superioridad moral e intelectual del colonizador.


LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN LA CULTURA


Por Erasmo Magoulas

Cuántos de nosotros no hemos visto alguna vez en nuestras zonas rurales o semi-urbanas de Nuestra América, adolescentes con nítido fenotipo indígena vestidos como un rapero del barrio del Bronx de Nueva York, o por lo menos usando algún símbolo identitario de esa subcultura urbana, como la gorra de "baseball" ladeada o los pantalones por debajo de las caderas.

Este fenómeno de posesionamiento cultural inconsciente lo podemos ver a través de toda la geografía, semi-rural y por supuesto urbana de Nuestra América.

Me encontraba cerca de San Lorenzo, en el área cercana a Choluteca, Honduras, cuando me llamó la atención un joven de claros rasgos chorotegas vestido como un rapero neoyorquino.

Seguramente si le hubiera preguntado por el Dr. Juan Almendares, por Lempira, Francisco Morazán o por la Civilización de Copán, la respuesta hubiera sido muy pobre en el mejor de los casos.

Ahora bien, sentirse representado por una manifestación cultural que no hace a su realidad, a su identidad y a su entorno; no es más que un proceso alienante y desidentitario.

El proceso de aculturación lleva a la perdida de la identidad nacional, de etnia, clase, de realidad social y política.

Es en definitiva un secuestro, un desaparecimiento, un "elemento conflictivo" neutralizado, por la industria cultural de la "educación" visual, mediante la repetición de imágenes que se han tornado verosímiles y creíbles por el valor agregado de su origen central, colonizante y normativo.

Hay dos procesos que le son fundamentales al proyecto neo-colonial de la globalización neoliberal de la cultura, estos son:

a.- Homogenización de la cultura

b.- Hegemonización de la cultura

Estos dos procesos interactúan en la estrategia de globalización neoliberal de la cultura.

Por un lado postulan como valor cultural un imaginario colectivo que tiene signos globales similares, aún en realidades completamente dispares.

Y simultáneamente hegemonizan el signo pues el mismo nace significativamente en los centros de poder cultural que también son los centros del poder político, económico, financiero y de propaganda.

Aún en los casos de que esos signos hayan nacido como manifestaciones contestatarias al status quo, la maquinaria cultural del mismo los coopta y los transforma rápidamente en mercancía cultural.

Los medios, mass-media o los main-stream media que conforman un complejo aparato corporativo de propaganda, adoctrinamiento y ordenamiento social cubren todos los aspectos de la realidad objetiva y subjetiva del ser humano, su familia, el núcleo extrafamiliar y los aspectos nacionales y regionales:

La industria cultural en todas sus formas.

La industria del entretenimiento.

La industria del deporte.

La industria de la propaganda como signo cultural.

La industria de los valores culturales como discurso único.

La industria de los comportamientos, necesidades y deseos humanos como valores únicos y globalizados.

Los medios son sin lugar a dudas los A.I.E. (Aparatos de ideologización y adoctrinamiento del Estado) más poderosos para someter a las sociedades y colectivos periféricos del capitalismo, a un estado de sumisión espiritual e intelectual ante los valores hegemónicos que emanan los centros de poder del capitalismo (Usamérica y Europa). La superioridad moral e intelectual del colonizador.

Existe una guerra de colonización de espíritus y mentes que se ha exponenciado mediante el "acercamiento" del mundo bajo la única y exclusiva mirada del colonizador y la negación del colonizado.

Por eso el joven chorotega valoriza signos del colonizador y rechaza por desconocer signos que le son propios por etnia, nacionalidad, realidad social, histórica y familiar.

Nuestros procesos independentistas de comienzos del siglo XIX adolecieron en muchos casos de un proyecto verdaderamente identitario en lo nacional y popular de la cultura.

Marcharon hacia una concepción de la independencia y soberanía vacías de contenidos nuevos e innovadores.

"Independizaron" bajo el marco ideológico del liberalismo económico y la democracia representativa y bajo el modelo cultural del positivismo y el determinismo europeos.

Allí está la semilla de nuestra dependencia cultural, que tanto daño nos ha hecho y nos sigue haciendo.

Romper con esa dependencia y sometimiento culturales es la imposición que tienen nuestros pueblos, mediante procesos organizativos populares, nacionales, regionales y revolucionarios.







Publicado por LaQnadlSol
USA.

martes, 23 de septiembre de 2014

El profesor & el presidente: ¿Quién es el bravucón?

Los valores de Hausmann se insinúan cuando castiga a Nicolás Maduro, llamando al presidente un “matón tropical”. Uno puede y debe denunciar la conducta matonezca, pero su uso del adjetivo “tropical” pone las cosas bajo una luz diferente. Aquellos de nosotros desde el Sur Global o familiarizados con el racismo de la clase dominante reconocemos fácilmente qué se entiende con el uso de la palabra.


COMO HARVARD EJERCE EL PODER


Por  Suren Moodliar

Comenzó con una llamada de su hija angustiada, escribe el profesor de Harvard Ricardo Hausmann. En la televisión nacional, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, había amenazado al buen profesor con una investigación legal. Y la hija del profesor estaba preocupada. También lo estaban el Harvard Crimson, cuyos editores desafiaron el presunto “bullying” del Presidente Maduro, y el Boston Globe que de inmediato publicó de una misiva de Hausmann. En caso de que se tema por el bienestar del profesor,  él nos asegura que esta libre y sin temor, añadiendo que tiene “la protección de los EE.UU... la protección de Harvard”. Ahora todos podemos sentirnos bien, la robusta libertad de prensa de los EE.UU, junto con sus augustas instituciones académicas, y el propio Estado, parecen estar en defensa de la libertad académica y el empoderamiento de un humilde profesor para confrontar el poder presidencial. Un examen más detallado sugiere que todo lo contrario puede ser cierto.

Entonces, ¿cómo el profesor llegó a bailar el Joropo con el presidente? Este último estaba muy  indignado por un artículo de opinión que el profesor Hausmann co-escribió para Project Syndicate, “¿Debería Venezuela declarase en default? El presidente Nicolás Maduro reconoció que Hausmann es un actor influyente en la escena de la banca internacional y que su prescripción de declararse en default sólo causaría más miedo, incertidumbre y duda.

Y la percepción de riesgo tiene un precio. El artículo de Hausmann inicia con exactamente ese criterio. “Los mercados temen” que Venezuela no pueda pagar su deuda y el precio de este temor es que las tasas de interés de los bonos venezolanos sean significativamente más altos que los de México o Nigeria. Esto, a su vez, tiene un impacto negativo en las vidas de la gente común y corriente. Aunque Hausmann falla en tomar en cuenta las contramedidas gubernamentales para proteger a los pobres, la idea central de su discurso es cierta -tasas de interés más altas lastiman a la gente común... mientras que los réditos de los acreedores son incluso más seguros.

En una inusual inversión de papeles, Hausmann, un consultor de JPMorgan Chase y ex principal economista del Banco Interamericano de Desarrollo, concluye que “declararse en default  con 30 millones de venezolanos, en vez de  Wall Street, es una… señal de bancarrota moral”. El artículo  tuvo un resultado predecible. Las tasas de interés se dispararon aún más, estabilizándose un poco sólo después de las enérgicas garantías del presidente Maduro.

Todo esto debe disipar de inmediato cualquier imagen de Hausmann como un académico aislado analizando resmas de impresos de computadora en alguna oficina del sótano o perdido en las estanterías de la Biblioteca Widener. De hecho, Hausmann es una figura de peso en el escenario mundial y su danza con el liderazgo revolucionario de Venezuela comenzó hace mucho tiempo.

Algo que no se hace inmediatamente patente de su curriculum vitae de Harvard, es la gravedad de su participación en la década de 1980 en el gobierno de Venezuela. En concreto, a finales de 1980, Hausmann era parte del gabinete económico del presidente Carlos Andrés Pérez. Ellos implementaron un programa de austeridad al estilo FMI que provocó el Caracazo de 1989 -una rebelión popular que fue reprimida con una masacre que dejó como saldo más de mil vidas. Seguramente, dada la determinación que demuestra, esto es un hecho impresionante que merece su propia referencia en su  CV!

Este éxito fue seguido por su ascenso a Ministro de Planificación en la década de 1990 y luego, después de que Carlos Andrés Pérez fue destituido de su cargo por malversación de fondos, la carrera de Hausmann avanzó convirtiéndose en el Economista Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo. Hoy en día, además de su empleo de Harvard, Hausmann es asesor de muchos bancos, gobiernos y organismos intergubernamentales.

Aparte de la masacre, nada de esto es particularmente objetable. De hecho estos son los sellos distintivos de una exitosa carrera dentro del mandarinato internacional que gobierna la economía global. Por supuesto, esto se contradice con la inocua y vulnerable imagen del profesor con la que abre la pieza de Hausmann en el Globe. Allí también sugirió la improbabilidad de un presidente estadounidense atacando a un profesor; si esto llegara a suceder, el especula que un juicio político podría seguir. Pero existe un precedente que implica a un poderoso presidente atacando a un profesor de verdad.

Ronald Reagan y el Profesor

Consideremos el caso de Ronald Reagan y E. Bradford Burns. Un historiador de América Latina de la UCLA, Burns desmintió las afirmaciones de Ronald Reagan sobre la Nicaragua Sandinista en un breve artículo de 1985. En un momento peligroso en la Guerra Fría, esto fue un acto verdaderamente valeroso, que podría dañar carreras y ser aun peor. De hecho, un conocido y premiado actor, Edward Asner, tuvo que experimentar la cancelación de su serie en la CBS, el Show de Lou Grant, tras criticar las políticas centroamericanas de Reagan en 1982. Activistas solidarios en Los Ángeles en donde residía Burns vivían en una atmósfera cargada frente a la amenaza real de represión violenta proveniente de un sinnúmero de fuentes. Durante 1988, los activistas informaron de amenazas de muerte y presuntos casos de secuestro y violación. Al mismo tiempo, el establishment en el sur de California prosperó como resultado de la inversión federal en la economía de guerra de Reagan. La oposición de Burns, que socavó la razón para la intervención en Centroamérica y de este modo, parte de la justificación de la carrera armamentista que hizo a Reagan tan popular entre las élites regionales, era, por tanto, un ejemplo real de un humilde profesor que confrontaba al poder.

La respuesta de Ronald Reagan fue un ataque televisado que etiquetó a Burns como un mercader de la desinformación, y en el clásico estilo de Reagan, el presidente prometió “orar por los estudiantes” [de Burns]. Esto también alimentó el macartismo académico y los resentimientos edípicos reemergentes de gente como David Horowitz, que más tarde publicaría su infame, Los Profesores: Los 101 académicos más peligrosos de América. Pero la gente se defendió; con buen humor, Burns evocó la respuesta de un estudiante, “como ciudadano, pido a Dios que ayude al presidente Reagan; profesor Burns los estudiantes están bien”.

Mientras ponderamos las diferencias entre Burns y Hausmann, vale la pena señalar la forma en que cada uno ha ejercido el poder. Dos años después del ataque de Reagan, Burns ganó un premio distinguido de enseñanza. A pesar de su bien recibido trabajo de investigación, la pasión de Burns era la enseñanza. Un antiguo alumno recuerda la idea de Burns sobre que, “tenemos que aprender a enseñar mejor... tenemos que transferir constantemente nuestra convicción de la importancia y relevancia de la historia a los jóvenes. El tedio no tiene lugar en nuestras aulas... debemos transmitir esa emoción”. Y esto fue parte de una perspectiva más amplia sobre el cambio social, “sigan adelante y hagan su investigación, publiquen sus libros”, el aconsejaba a sus colegas académicos, “algunos de sus colegas los leerán y los disfrutaran, pero si quieren cambiar el mundo... enseñan a los estudiantes de pregrado”. Para el cínico, este idealismo puede ser el largo juego de una izquierda debilitada en la actualidad, pero es cierta de la imagen que uno se imagina al escuchar la palabra “profesor”.

Más que un afable profesor o un editorialista engañoso, Hausmann es un hombre de acción. No hay premios de enseñanza que adornen su CV. Tal vez haya recibido algunos, pero estos no se consideran lo suficientemente importantes como para agregarlos. Desde principios de los 2000, él se ha asociado con la ultraderecha de la oposición venezolana. Al trabajar para Súmate de María Corina Machado y predecir rutinariamente la derrota de los chavistas a través de análisis estadísticos anticipándose a los resultados de las elecciones, para que luego sus pronósticos sean declarados falsos por los votantes del mundo real, Hausmann ha demostrado ser un actor partidista. Habiendo fracasado en el manejo de la economía venezolana en los años 80 y en los años 90, el ahora ataca desde los seguros parapetos de Harvard. Como se ha señalado, su ensayo impactó los mercados de manera totalmente predecibles.

Harvard como una empresa imperial

Les tocaría a los interesados ​​en el desarrollo de la economía mundial examinar más de cerca, de hecho, forensicamente, las conexiones entre Harvard, su facultad, y las políticas económicas de muchos gobiernos. Más allá del alcance de este artículo y la capacidad de este autor, tal escrutinio debe ir más allá de la mera influencia intelectual para descubrir los intereses relacionados con la institución, sus inversiones, su cuerpo docente, los consejos que ofrecen, y el flujo real de beneficios materiales.

Uno obtiene una idea de lo que estos pueden ser en VERITA $: Everybody Loves Harvard, un documental que explora las conexiones entre Harvard y las políticas económicas de Rusia. El fallecido director  Shin Eun-jung examinó la relación entre el Instituto de Harvard para el Desarrollo Internacional y la conversión de Rusia a una economía de mercado. Este fue el mayor proyecto del Instituto de Harvard. Anteriormente, estuvo involucrado en la liberalización financiera de Indonesia y ayudó a extender el Consenso de Washington a Zambia, Kenia y Pakistán.

Recibiendo más de $ 40 millones en subvenciones por su labor en Rusia, las políticas del Instituto de Harvard fueron adoptadas evadiendo el proceso democrático y ayudaron a enriquecer al privatizador de la economía rusa, Anatoly Chubais. Hoy en día un rico empresario, Chubais es también asesor de JPMorgan Chase. Junto con Chubais, el Instituto estableció el Centro de Privatización Ruso, que recibió más de $ 147 millones en fondos extranjeros que tendrían que ser devueltos en algún momento por el pueblo ruso. Sin un rol definido constitucionalmente, el Centro de pronto resultó totalmente envuelto en la corrupta transición de Rusia a una economía de mercado... y en beneficiar a la Harvard Management Company en el orden de millones de dólares hasta la crisis bancaria asiática de finales de los 90. Así de extrema fue la corrupción que incluso el Departamento de Justicia de Estados Unidos investigó el desastre. Más tarde les echo el guante a Harvard y al Instituto imputándoles cargos por falsos reclamos y conflictos de interés. Se demandó por $ 1.2 mil millones y en el 2005 se selló la disputa por $ 31 millones, la demanda más grande en la historia de Harvard de acuerdo con Shin.

Nada de lo anterior sugiere ningún tipo de comportamiento similar por parte Hausmann el compañero asesor de JPMorgan Chase de Chubais. Pero disipa el mito de Harvard como una institución puramente académica. En su lugar, Harvard es claramente un actor económico a escala global. Su cuerpo docente, especialmente aquellos con el curriculum vitae de Hausmann, tiene que ser evaluado a causa de esto.

Para aquellos de nosotros que respetamos la soberanía venezolana y admiramos el intento de ese país por transformar su economía en una que funcione para la gente trabajadora, tenemos que reconocer que este es un momento difícil. La Revolución Bolivariana de Venezuela se enfrenta a decisiones difíciles entre la profundización de la transformación económica con sus dislocaciones concomitantes y el acomodamiento de sectores de la escindida oposición. En este contexto, la intervención de Hausmann y su preocupación fingida por “30 millones de venezolanos” es un hábil movimiento probablemente dirigido a agravar la aguda escasez en divisas y provocar una crisis política.

Si hay alguna duda en cuanto a las preocupaciones de Hausmann por los pobres, nosotros debemos preguntarnos donde se encontraban estas cuando él estaba en el poder implementando un draconiano programa de austeridad. Los valores de Hausmann se insinúan cuando castiga a Nicolás Maduro, llamando al presidente un “matón tropical”. Uno puede y debe denunciar la conducta matonezca, pero su uso del adjetivo “tropical” pone las cosas bajo una luz diferente. Aquellos de nosotros desde el Sur Global o familiarizados con el racismo de la clase dominante reconocemos fácilmente qué se entiende con el uso de la palabra.

En lugar de sugerir cualquier debate sobre la libertad académica y los derechos del profesor Hausmann, mejor seria que los medios de comunicación le presten atención a su intervención y a la repulsa del presidente Maduro en vista de la extendida guerra de clases que se está desarrollando a escala global. Un análisis crítico de los medios revelará que el partisano Hausmann sabe cómo navegar entre la retórica súper cargada de un país en medio de una intensa lucha de clases y el mundo plácido de su universidad a orillas del Charles River de Cambridge. La retórica venezolana refleja la lucha de clases y también una retórica política diferente. Alma Llanera, el “segundo” himno de Venezuela, celebra claveles de pasión -“carnations of passion”-  mientras que los juegos de números de Hausmann en el  Charles River hablan del calmado ejercicio del poder de un bien peinado banquero protegido por los Estados Unidos, protegido por Harvard.


Suren Moodliar reside en Boston y encuentra que hay mucho que admirar en la Universidad de Harvard. Él puede ser contactado en suren <a.t> fairjobs >d o t< org. Aunque no son responsables por ninguno de los errores, Suren está muy agradecido de Dave Burt, Umang Kumar, Mirna Lascano, Ben Manski, Jorge Marín, Christine O’Connell, Jason Pramas and Sandra Ruiz-Harris por sus comentarios previo a la publicación.






Publicado por LaQnadlSol
USA.


domingo, 21 de septiembre de 2014

En Ucrania y Siria el imperialismo está a la ofensiva atacando a Rusia

Es claro que la campaña de agresión que Occidente, liderado por los EE.UU, le ha declarado a Rusia tiene como objetivo impedir que se convierta en el mayor obstáculo para sus ambiciones hegemónicas globales, de allí la urgencia de atacarla en todos los frentes posibles. Tanto en Ucrania como en Siria, el imperialismo está en plena modalidad de ataque contra Rusia.


EN UCRANIA Y SIRIA EL IMPERIALISMO ESTÁ
A LA OFENSIVA  ATACANDO A RUSIA



La caída y posterior ejecución de Gadafi a manos de los rebeldes islamistas apoyados  por la OTAN, con los EE.UU de Barack Obama “liderando desde atrás” y el consentimiento, a la larga contraproducente de Rusia y China, llenó de felicidad a la cábala neoconservadora en Washington. El “Fuimos, vimos y él murió” expresado con la burlesca sonrisa de Queen Hillary, constituyó en ese momento la cúspide del triunfalismo demoniaco del imperialismo. Rusia y China habían cometido un grave error.

Rebosantes de arrogancia y convencidos de su imparable e inigualable poderío militar, la emprendieron contra el próximo en la lista del cambio de régimen, Siria. Le tocaba el turno a ese país y a su detestable presidente Bashar al- Assad. Se imaginaron que con mucha facilidad podrían repetir en Siria el escenario de Libia.

Pero el león Bashar no resultó un panecillo fácil de devorar. Después de días, semanas, meses y años de constante asedio y ataques en todos los frentes por parte de todos los grupos de yihadistas islámicos llegados de todas partes con el apoyo, financiamiento, entrenamiento y armamento provisto por Occidente, Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Jordania, y los constantes ataques aéreos del régimen sionista de Israel, Siria hasta hoy en día, con el apoyo incondicional de Rusia, Irán y Hezboláh ha sido capaz de resistir y propinarles un serio revés a los planes destructivos del imperialismo que buscaba no solo deshacerse de Assad sino también eliminar la presencia rusa en el puerto de Tartus en el Mediterráneos, donde se localiza la única base militar rusa en el extranjero.

El respaldo brindado por Rusia y China en lo militar y diplomático ha sido fundamental para la supervivencia de Assad. Ambas potencias después del fiasco de Libia comprendieron que iba en contra de sus intereses geoestratégicos el aliarse con la potencia que estaba buscando precisamente reducir su papel en el juego de la geopolítica internacional, pues ambos se estaban transformando en obstáculos para los intereses hegemónicos globales del imperialismo ya en su fase mas agresiva.  

Rusia bajo el mando de Vladimir Putin se ha constituido en el aliado más importante e incondicional de Assad en su batalla contra la agresión orquestada por Washington. En el Consejo de Seguridad de la ONU conjuntamente con China ha vetado todas las resoluciones promovidas por EE.UU, Inglaterra y Francia en contra de Siria. En lo militar Rusia ha sido fundamental en el aprovisionamiento de armamento al ejército sirio que le ha servido, contra todos los pronósticos, para vencer la embestida mercenaria islámica emprendida con el total apoyo de EE.UU-UE-OTAN y sus aliados árabes y turcos.

En septiembre 2013, Putin y la diplomacia rusa hábilmente logran que el gobierno de Obama a última hora y a regañadientes suspenda la lluvia de misiles que EE.UU tenía programada hacer caer sobre Siria por supuestamente haber violado la línea roja sobre el uso de armas químicas que Obama le había establecido al gobierno de Assad. Esta maniobra de Putin fue sin duda una gran victoria, pues desbarató por completo y en el último momento el plan “B” imperialista para el cambio de régimen en Siria que, ya a esas alturas de la guerra había hecho enormes avances contra las fuerzas mercenarias yihadistas pro occidentales haciendo muy difícil, según analistas del pentágono, una victoria en el campo de batalla de los “combatientes de la libertad” sobre las fuerzas militares de Assad.

Esta hábil movida rusa, fue percibida por la cábala neoconservadora en Washington como una imperdonable humillación a la potencia indispensable y a su destino manifiesto que tendría que ser retribuida de una u otra forma, y que mejor escenario que Ucrania para revivir la fracasada Revolución Naranja que no había logrado su objetivo de arrancar a ucrania de la esfera de influencia rusa incorporándola a la OTAN.

Para finales del 2013 el frente de batalla imperialista había cambiado de escenario, esta vez la operación de cambio de régimen se había trasladado a las propias puertas de Rusia. En los días y meses subsiguientes se vería el cortejo de emisarios del imperio, los McCains, Nulands, Ashtons, Westerwells compartiendo y garantizándoles su total apoyo a los grupos de choque neofascistas que lideraban las “pacíficas” protestas en Kiev contra el democráticamente elegido gobierno de Yanukovich. El desenlace de todo este desestabilizador y violento complot culminó con la caída de Yanukovich a finales de febrero 2014. Inmediatamente una junta elegida prácticamente a dedo por los agentes del imperio -el Yats de la Nuland como primer ministro- tomó posesión e inmediatamente pusieron en marcha su agenda rabiosamente antirusa. 

La exitosa operación de cambio de régimen en Ucrania, el resultado de una supuesta revolución democrática, fue elogiada en occidente y considerada por muchos, entre ellos la izquierda pro imperialista, como un serio revés a las ambiciones expansionistas o de recrear el antiguo imperio soviético, del malvado Putin. Se pensaba que Putin había sido derrotado y que ahora Ucrania libremente pasaría a ser parte de la comunidad de naciones democráticas y civilizadas de Occidente, integrarse a la OTAN y contribuir a la sumisión de Rusia. Pero el presidente ruso se reservaría la respuesta.

Efectivamente, el 28 de febrero las tropas rusas amanecieron desplegadas en la estratégica península de Crimea de vital importancia para la existencia de la base naval rusa en Sebastopol en el Mar Negro. De esta manera respondía Putin que había experimentado una descomunal campaña internacional de desprestigio y demonización con motivo de los juegos olímpicos de invierno de Sochi y que se había mantenido mayormente al margen, aunque expectante, de las maquinaciones occidentales antirusas en Ucrania. Fue nuevamente una magistral movida de Putin quien muy claramente les estableció a sus adversarios su línea roja reforzándola aún más con la incorporación de Crimea, por decisión mayoritaria de sus habitantes, a la Federación Rusa.

Después de la respuesta rápida y contundente de Putin en Crimea anticipándose y echando por tierra los planes del imperialismo de expulsar la flota rusa en el Mar Negro, se desataría la sangrienta campaña militar antiterrorista de la junta de Kiev contra las poblaciones del este de Ucrania que se habían declarado en rebeldía. La magnitud de la violencia y destrucción llevada a cabo por la junta contra las poblaciones de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lughansk no eran más que claras provocaciones destinadas a que Rusia interviniera militarmente que de hacerlo así, confirmaría ante la opinión pública internacional, lo que falsamente se había venido propagando en occidente sobre una inminente invasión rusa en Ucrania.

A pesar de todo, de las sangrientas provocaciones de la junta de Kiev alentada por los EE.UU, la UE y la OTAN, las sanciones económicas y la continua amenaza de hacerlas cada vez más drásticas y de aislar internacionalmente a Rusia, Putin siempre mantuvo la calma manifestando en cada oportunidad su disposición al diálogo e invitando a sus adversarios a encontrarle una salida negociada al conflicto en el este de Ucrania. Pero los EE.UU, la UE y la OTAN no estaban dispuestos a abordar en serio el asunto, buscaban por todos los medios escalar la crisis, y seguir presentando a Putin como el culpable directo de todo el caos, destrucción y violencia que estaba teniendo lugar en Ucrania. Tal y como había sucedido en Siria, cada vez que Putin desmoronaba los planes de agresión imperialista.

A estas alturas del conflicto en Ucrania, Washington pareció percibir que sería muy difícil acorralar a Putin y hacerlo intervenir de manera abierta en la guerra en el Donbass, era demasiado sagaz por lo tanto se hacía necesario un cambio de estrategia y que mejor que reabrir el frente sirio que había sido dejado en suspenso nada más, y atacar al demonio en un doble frente. Es así como entre en escena el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, ISIL o IS).

A principios de junio, surge repentinamente ISIS, apoderándose sin mayores obstáculos de grandes franjas de territorio tanto en Irak como en Siria, convulsionando aún más la caótica situación en esa región. Esta agrupación terrorista islamista, cuyos orígenes se remontan a la insurgencia sunita que nació como respuesta a la invasión estadounidense de Irak, era una de las tantas organizaciones yihadistas mercenarias que los EE.UU y sus socios árabes y turcos habían financiado, entrenado y armado con el propósito de hacer caer al gobierno de Assad en Siria respaldado por Rusia.

La súbita aparición de ISIS, que supuestamente cogió por sorpresa a medio mundo (esa es la narrativa que Washington y los medios de prensa han intentado hacer prevalecer), así como la relativa facilidad de su despliegue y de sus operaciones militares y el equipo y armamento militar a su disposición, nos hacen pensar de que con mucha probabilidad se trataba de una acción coordinada por los principales interesados en crear más caos y terror tanto en Irak como en Siria como una condición necesaria, primero, para que los EE.UU retornara a continuar con la ocupación de Irak y luego, la ejecución de la operación de cambio de régimen en ambos países. Pero sobre todo y quizás lo más importante, era una campaña dirigida a abrumar, confundir y debilitar a Rusia ya muy ocupada con la conflictiva situación en su patio trasero.

Desde la aparición de ISIS hasta el día de hoy  se han dado una serie de eventos tanto en el Medio Oriente como en el este de Ucrania que han vuelto más compleja la situación para Rusia en los frentes de batalla donde está siendo atacada. Ejemplos de esto son: el envió de tropas estadounidenses camufladas como asesores militares a Iraq, el derribo del avión de pasajeros malayo en la región rebelde de Donetsk del que sin evidencias se ha querido culpar a Rusia, la remoción de al-Maliki un aliado de Irán, los bombardeos aéreos humanitarios estadounidenses contra ISIS en Kurdistán y últimamente en Irak, los deliberados obstáculos al convoy de ayuda humanitaria rusa y la reciente imposición de nuevas y más severas sanciones económicas contra Rusia a causa de su supuesta intervención militar en el conflicto ucraniano . Todos estos son eventos que apuntan en la misma dirección; presionar a Rusia en todos los frentes con el fin de debilitarla y reducir su capacidad de respuesta ante la complejidad de las maniobras agresivas del imperialismo.

Pero sin lugar a dudas han sido las decapitaciones de dos periodistas estadounidenses por parte de ISIS,  el acontecimiento más significativo de estos ultimo días, ya que ha creado el pretexto ideal buscado por los EE.UU para poner de nuevo en marcha su postergada operación del cambio de régimen en Siria.

El sangriento episodio de los dos periodistas decapitados le ha dado al régimen de Obama la justificación conveniente y necesaria para  intervenir directamente en Siria. Con la excusa de destruir y degradar a ISIS en Siria, los EE.UU se han abierto así mismos las puertas para atacar militarmente y con total impunidad a las fuerzas de defensa sirias. Sin embargo, el objetivo central del plan intervencionista de los EE.UU en Siria  es Rusia ya que al eliminar a Assad se acaba con la presencia directa rusa en la única región del mundo en la que cuentan con una base militar en el puerto de Tartus en el Mediterráneo. Todo esto pone a Rusia y a Irán, otro de los incondicionales aliados de Assad, en la difícil situación de tener que confrontar directamente la agresión estadounidense, pues de no hacerlo así serían los grandes perdedores  en esta batalla geoestratégica al caer el gobierno de Siria.

Es claro que la campaña de agresión que occidente, liderado por los EE.UU, le ha declarado a Rusia tiene como objetivo impedir que se convierta en el mayor obstáculo para sus ambiciones hegemónicas globales, de allí la urgencia de atacarla en todos los frentes posibles. Tanto en Ucrania como en Siria, el imperialismo está en plena modalidad de ataque contra Rusia, y aun suponiendo que Putin, según lo expresado por The Saker, “fuera tan estúpido, al igual que sus asesores, el todavía no puede cambiar la realidad geoestratégica fundamental de que lo que está bajo ataque no es Ucrania, sino Rusia. Añadiría que Putin, Lavrov y muchos otros líderes políticos rusos de importancia en muchas ocasiones ha dicho que en Yugoslavia fue Rusia la que en realidad fue el objeto de los ataques, de la misma manera que es Rusia el objetivo real de la guerra en Siria”.






Publicado por LaQnadlSol
USA.