miércoles, 21 de mayo de 2014

Cerebros de mosquito niegan el genocidio en Guatemala

La verdad es que no podía esperarse otra cosa de un congreso militarista que bajo el atildado saco de casimir y la corbata de seda seguramente cargan su uniforme de fatiga y que a cambio de sus mocasines de piel de borrego quisieran calzar botas de soldado.


SOLO PUEDEN NEGAR EL GENOCIDIO
LOS CEREBROS DE MOSQUITO,
COMO EL DE LOS DIPUTADOS GUATEMALTECOS


Por Luciano Castro Barillas

Como corresponde a los cerebros ociosos, mellados, huérfanos de todo discernimiento por años y años de pasarla solo sentados, durmiendo y comiendo en sus porquerizas individuales que ellos llaman presumidamente "poltrona parlamentaria"; éstos sujetos holgazanes y pícaros redomados, tuvieron hace pocos días una nueva deyección mental, pues mediante un punto resolutivo -así de fácil- declaraban que en Guatemala no se había dado nunca un genocidio. Que eran malas lenguas las que propalaban tal infundio contra algunos angelitos... Que eso de delitos de lesa humanidad en Guatemala no tenía materia, con eso que también se la quieren llevar de jurisconsultos de pacotilla. La verdad es que no podía esperarse otra cosa de un congreso militarista que bajo el atildado saco de casimir y la corbata de seda seguramente cargan su uniforme de fatiga y que a cambio de sus mocasines de piel de borrego quisieran calzar botas de soldado.

Es una resolución totalmente lógica cuando de servir de alfombra se trata con su amo presidencial. Lo antilógico o descabellado es que intenten ocultar el rol histórico de la verdad y la realidad y pretendan construir entelequias neoliberales -como el delirante Pedro Trujillo- que irreductible, despotrica contra todo lo que sea democrático. Son cientos de restos humanos los cada año se siguen encontrando en tumbas clandestinas en todo el territorio nacional. ¿Qué pretenden en sus cortas miras políticas con esta resolución? Creo, tratan de diluir la abundante sangre que engruesa la piel de las manos de ciertas personitas rozagantes de impunidad. Intentan también dejar en claro de lo que puede ser capaz un politiquero nacional: fornicar con su propia madre por la codicia del poder y que el ser desaprensivo, inescrupuloso y rufián es una manera digna e inteligente de ser. Toda una ontología loca del ser y que por cierto está llevando al país a la ruina total. Ya lo dijo no hace mucho un politiquero nacional que ahora se desempeña como funcionario de la ONU:"El destino de Guatemala es Haití". Y de los 100 puntos que se necesitan para llegar a ese oprobioso destino ya se van cumpliendo 75. Profecía escalofriante que tiene muchos visos de convertirse en realidad.

Se ha llegado en Guatemala al no va más de la irresponsabilidad, del individualismo enfermizo y de la codicia criminal. Son puntos sin retorno, temo. La explosión social tantas veces anunciada podría ser que esté a la vuelta de la esquina. Vamos irremisiblemente para atrás, intentando los poderes oligárquicos invertir la trayectoria de la rueda de la historia, que estúpidos diputados porfían en meterla en un atolladero sangriento.

La resolución es una estupidez, no cabe la menor duda, que refleja la textura ordinaria de los politiqueros nacionales.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

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