jueves, 24 de octubre de 2013

EL MANDATO DE LA NSA

El régimen de espionaje de Washington  sobre América Latina es la extensión de lo que ha hecho desde que el presidente Monroe decidió que el Sur era una esfera de intereses americanos exclusivos a los de Europa. Los europeos podrían haber sido unos saqueadores, deseosos de ejercer influencia en las Américas (sus grandes obsequios la viruela, los conquistadores y la envidia), y el estado norteamericano en ciernes deseaba tener la exclusividad en morder la cereza. El patio era grande, pero demasiado pequeño para otras potencias.

EL MANDATO DE LA NSA
EN AMÉRICA LATINA


Por Binoy Kampmark

Espiando a México

Espiar a México ha sido un hobby de los EEUU por años. Apropiadamente, fue Edward Snowden quien reveló lo que todos hemos sospechado: las autoridades mexicanas y sus ciudadanos son un blanco legítimo y sus autoridades de vital importancia para los intereses de Washington. El semanario alemán Der Spiegel informó el domingo que el correo electrónico del ex presidente de México, Felipe Calderón había sido hackeado vía dominio Presidencia de México. Justamente cuando la tormenta se estaba gestando, Le Monde informó que la Agencia de Seguridad Nacional había monitoreado en secreto 70.3 millones de comunicaciones telefónicas en Francia durante de 30 días, a partir del 10 de diciembre del año pasado al 08 de enero de este año (AFP, 22 de octubre).

¿Qué es lo que esto sugiere? Más de lo mismo, a pesar de la declaración oficial de la cancillería mexicana de, que era "inaceptable e ilegítimo y en contra de las leyes mexicanas e internacionales. “El mes pasado, la red Globo TV de Brasil reveló que la NSA había estado observando los mensajes del correo electrónico del actual presidente mexicano Enrique Peña Nieto, antes de suceder a Calderón en diciembre de 2012. En Nieto no se podía confiar, dada su plataforma electoral de disminuir  el rol de los militares en la guerra contra los carteles de la droga, mientras le decía a la administración Obama que ningún cambio en la política se llevaría a cabo.

El Estado mexicano siempre ha sido considerado como un hijo bastardo de la lucha colonial -en primer lugar, de la ambición española, luego después, del ojo del águila de los Estados Unidos. Estos hijos son indisciplinados. Y, en palabras de otro presidente mexicano Porfirio Díaz, “ellos están tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Washington confía en el hecho de que México, mientras que inquieta un poco, va a continuar en su negocio del comercio y en mantener la seguridad transfronteriza. 0chenta por ciento de sus exportaciones van a los EEUU.

Tal sobrecarga por parte de Washington es de esperar. El presidente Woodrow Wilson puede haber abrazado la diplomacia abierta, pero era vulnerable a la moralina, sobre todo en asuntos relacionados con América Latina. Estaba preocupado con la inestabilidad cerca de casa, una sensación de que los salvajes oscuros hacia el sur estaban destinados a portarse mal en sus experimentos con el gobierno. Esto fue particularmente cierto con el general Victoriano Huerta, que había derrocado al presidente Francisco Madero dos semanas antes de que Wilson asumiera el cargo.

Aún más interesante es una nota de la Agencia Central de Inteligencia publicada en su página web titulada, "Inteligencia a lo largo de la historia: Woodrow Wilson y la Revolución Mexicana". En ella se alaba el "método analítico" de Wilson en la recolección de fuentes del vecino de EEUU. También se destacan las fotografías e "intervención de las líneas telefónicas", incluidos los teléfonos de Alemania y Austria. La inteligencia de señales (SIGINT, por sus siglas en inglés) "resultó ser especialmente útil en la primavera de 1915 para prevenir el regreso de Huerta a México de su exilio en España, a donde huyó en julio de 1914."

Este interés apremiante, incluso obsesión, en la estabilización del sur se prolongó hasta la década de 1940, lo que sugiere que las autoridades estadounidenses han tendido a considerar a la soberanía mexicana más como la nota al pie, que el cuerpo. En vez de tenerles confianza, ellos deben ser observados. El futuro ganador del Premio Nobel de la Paz, Norman E. Borlaugh fue enviado como parte de una misión política agraria a instancias de la Fundación Rockefeller. El objetivo era modernizar el supuestamente arcaico sistema agrario mexicano. México se convirtió en un conejillo de indias en la experimentación con la tecnología de semillas, la agricultura intensiva, el uso de pesticidas e insecticidas. El objetivo: calmar al campesinado a la espera de que el cortejo de la ideología del comunismo no prosperara. El resultado no fue la tan cacareada Revolución Verde, algo por lo que Borlaugh se ha convertido en un santo secular, pero que sin embargo, ha costado en varias formas, los medios de subsistencia y vidas.

La escala moderna del interés en México varía en función de las prioridades. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos, de acuerdo con las revelaciones de Snowden, tienden a alinear sus objetivos estratégicos en una escala de 1 a 5, donde 1 es de alta prioridad, y 5 el de menor importancia. En cuanto a México, el narcotráfico gana la medalla de oro, el liderazgo del país recibe una calificación aprobatoria de importancia de 3. En términos operativos, la explotación de la "clave de servidor de correo en el dominio Presidencia de México, dentro de la red presidencial mexicana" y a través de la operación "Flatliquid" ha demostrado ser una "fuente lucrativa". El documento de la NSA apenas oculta la emoción de sus autores, ya que el dominio de correo electrónico también les brindó el acceso a "las comunicaciones diplomáticas, económicas y del liderazgo que siguen proporcionado información sobre el sistema político y la estabilidad interna de México".

La estabilidad ha sido la consigna. En agosto de 2009, siempre según Der Spiegel, una operación llamada "Whitetamale " fue empleada por la NSA para hackear los correos electrónicos de los funcionarios de alto rango en la Secretaría de Seguridad Pública de México. De esta amanera se logró el acceso a "los puntos de discusión diplomáticas" y el conocimiento de los diversos cárteles de la droga. Las motivaciones aquí eran tanto económicas, como políticas.

El régimen de espionaje de Washington  sobre América Latina es la extensión de lo que ha hecho desde que el presidente Monroe decidió que el Sur era una esfera de intereses americanos exclusivos a los de Europa. Los europeos podrían haber sido unos saqueadores, deseosos de ejercer influencia en las Américas (sus grandes obsequios la viruela, los conquistadores y la envidia), y el estado norteamericano en ciernes deseaba tener la exclusividad en morder la cereza. El patio era grande, pero demasiado pequeño para otras potencias.
La NSA no es más que la extensión de ese proyecto. Sus maestros han dejado en claro quiénes son los enemigos: Todo el mundo, por todo el tiempo.



Traducido del inglés por Marvin Najarro


Dr. Binoy Kampmark fue investigador de la Commonwealth en el Selwyn College, Cambridge. Es profesor en la Universidad RMIT, Melbourne y participó con Julian Assange como candidato por el Partido WikiLeaks al Senado de Victoria. Email: bkampmark@gmail.com










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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