martes, 19 de febrero de 2013

CORREA Y LA IZQUIERDA INDÍGENA…



(…) Hugo Chávez vino y pronunció un discurso donde por primera vez él se definió como un socialista. Él lo expresó muy claramente. El básicamente dijo que tenía dos caminos, socialismo o muerte. Si continuamos operando dentro del marco del capitalismo, destruiremos el planeta. El planeta no puede sostener este modelo extractivista de desarrollo a cualquier precio. La otra opción es la búsqueda de más alternativas sostenibles de sobrevivencia. Chávez identificó la ruta sustentable con socialismo. Él está diciendo que necesitamos imaginarnos una mejor manera de sobrevivir en este planeta o destruiremos el planeta y con el todo vestigio de vida humana tal y como la conocemos.



RAFAEL CORREA Y LA
IZQUIERDA INDÍGENA DE ECUADOR


Como era de esperarse Rafael Correa no tuvo mayores inconvenientes para ganar nuevamente las elecciones presidenciales en Ecuador. El hombre es muy popular y cuenta con mucho apoyo entre amplios sectores de la población ecuatoriana quienes se han beneficiado de la implementación de sus políticas que sin duda han elevado el nivel de vida de muchos, sobre todo los más pobres, abandonados a su suerte por las pasadas administraciones. Con la llegada de Correa al poder, Ecuador no solo ha mejorado internamente, sino que también, su imagen a nivel internacional, como uno de los pocos países con una política independiente que se opone al injerencismo de los Estados Unidos en sus asuntos internos como también en los de otros, se ha elevado. Sin embargo, Rafael Correa, de lejos el mejor presidente que ha tenido Ecuador, enfrenta problemas en el ámbito político interno, sobre todo, con los movimientos sociales indígenas de izquierda que rechazan sus políticas de desarrollo que consideran de corte neoliberal además de criticar el escaso interés del presidente Correa en solucionar los problemas de las comunidades rurales indígenas a quienes él considera sus oponentes políticos. En entrevista publicada por Conterpunch el 12 de febrero, 2013, el escritor Paul Gottinger conversa con Marc Becker, profesor asociado de Estudios Latinoamericanos  en la Truman State University, sobre las políticas de Correa y su relación con los movimientos sociales indígenas de Ecuador. A continuación la entrevista.



Paul Gottinger: En los Estados Unidos Rafael Correa es tenido como un izquierdista, pero en Ecuador algunos de los movimientos indígenas y otras fuerzas sociales de la izquierda lo acusan de implementar políticas neoliberales. ¿Cómo usted categorizaría sus políticas?

Marc Becker: Lamar a Rafael Correa un neoliberal quizás sea una exageración, o un poco polémica. Una pregunta más apropiada seria si él ha roto completamente con los patrones neoliberales. Correa se presenta el mismo como un izquierdista y la cuestión aquí es que es lo que exactamente él quiere decir con eso. Él viene de una izquierda tecnocrática, académica y pragmática, él no proviene de un movimiento social de izquierda. Esta es una distinción que hacen algunos activistas. La izquierda electoral versus un movimiento social de izquierda.

PG: ¿Cómo Correa balancea esa imagen de izquierdista, cuando ha tratado de implementar la privatización del agua, ha continuado con la exploración petrolera y la minería, y otras políticas similares a las de previos presidentes de Ecuador? Y ¿cómo afectan estas políticas su relación con las comunidades indígenas y otros movimientos sociales?

MB: Hay dos diferentes visiones, que datan desde muchas décadas atrás, y también tenemos esta crítica indígena que dice que la izquierda es parte de las mismas y viejas formas de modernización europea que informan al capitalismo. Correa se ubica en buena medida en esa línea. El acoge la modernización extractivista. Parte del problema que estamos viendo en Ecuador es que contradice directamente lo que fue codificado en la constitución del 2008, que se suponía incorporaría las sensibilidades indígenas. Esto es particularmente cierto en términos de plurinacionalidad y sumak kawsay (la buena vida). Esto esta supuesto a incorporar visiones alternativas de desarrollo y Correa quiere verlas exclusivamente en términos de declaraciones simbólicas en vez de algo que debe ser implementado. Los indígenas no lo ven como algo simbólico, sino como algo que debe ser implementado y puesto en práctica.

PG: ¿Son anti desarrollo muchos de los movimientos indígenas?

MB: Ellos no lo dirían y sus aliados tampoco dirían eso. La diferencia está en hablar qué es sostenible y qué no lo es. Un lugar donde esto realmente me sorprendió fue en el foro social mundial en Porto Alegre, Brasil en el 2005. Hugo Chávez vino y pronunció un discurso donde por primera vez él se definió como un socialista. Él lo expresó muy claramente. El básicamente dijo que tenía dos caminos, socialismo o muerte. Si continuamos operando dentro del marco del capitalismo, destruiremos el planeta. El planeta no puede sostener este modelo extractivista de desarrollo a cualquier precio. La otra opción es la búsqueda de más alternativas sostenibles de sobrevivencia. Chávez identificó la ruta sustentable con socialismo. Él está diciendo que necesitamos imaginarnos una mejor manera de sobrevivir en este planeta o lo destruiremos y con el todo vestigio de vida humana tal y como la conocemos.

La crítica indígena va dirigida a este modelo de desarrollo a cualquier precio que Correa está siguiendo. Por lo que no es una mentalidad anti modernización o anti desarrollo. Lo que está diciendo es que hay cosas más importantes que modernización y desarrollo, si esto, va a terminar destruyendo el mundo en cual vivimos. En resumen  eso es el sumak kawsay. Nos está diciendo como podemos desarrollar de una manera sustentable. Ese el verdadero debate que está teniendo lugar en Ecuador, extracción de minerales, petróleo y el uso del agua. ¿Existen otras alternativas para solucionar estas cuestiones de manera que sea sostenible y que beneficie a todos?

PG: ¿Cómo ve la relación de Correa con la izquierda no indígena en Ecuador? ¿Es sustancialmente diferente de su relación con la izquierda indígena?

MB: La gente que parece ser la que más se opone a las políticas de Correa es la que yo llamaría de centro izquierda, o izquierda social demócrata, o izquierda moderada. Yo agruparía en esa categoría a la totalidad de la  de los movimientos indígenas. Hay movimientos indígenas, y hago uso del plural intencionalmente, porque los movimientos indígenas no son homogéneos. Existen múltiples posiciones aquí.  Existen estas comnuidades de indígenas evangélicos conservadores que en las elecciones del 17 de febrero muy probablemente votaran masivamente por Lucio Gutiérrez, el más conservador candidato neoliberal. También existen otras alas del movimiento indígena, particularmente en el Amazonas, que podrían ser caracterizados como una izquierda anti modernización y anti desarrollo. En los grupos con los que trabajo existe una posición dominante de centro izquierda que busca como desarrollar a Ecuador de acuerdo a pautas que beneficien a todos los ecuatorianos y no solamente a los indígenas. En muchas maneras el argumento sería que nosotros no estamos haciendo esto únicamente por los indígenas, o ni siquiera solo por Ecuador, sino que lo estamos haciendo por el mundo como un todo. Los movimientos indígenas se han vuelto, para Correa, unos de sus más fuertes oponentes de la izquierda porque históricamente han sido los sectores mejor organizados de Ecuador. También están los remanentes de lo que yo llamaría  la izquierda Stalinista que apoya fuertemente a Correa. Estos son Stalinistas en el sentido que abogan por una fuerte participación del gobierno como medio para resolver los problemas. Correa, realmente por primera vez, está dando un ejemplo de alguien que está haciendo uso de las fuertes estructuras del gobierno para mejorar la sociedad. Mucho de su apoyo viene de esa parte de la izquierda. Luego esta otra parte de la izquierda, la que podría llamar la izquierda tecnocrática, o  izquierda ONG, o la izquierda académica.  Yo no me atrevería a decir que mucha de esta gente este ideológicamente comprometida con una agenda de izquierda. Ellos son más un grupo de gente tecnócrata que están tomando ventaja del gobierno que actualmente está en el poder para ubicarse en posiciones de poder. Algunas de estas personas que ocupan posiciones de poder en el gobierno de Correa han estado por mucho tiempo en el gobierno y han trabajado con previos gobiernos neoliberales. De ahí es de donde proviene Correa. Él nunca ha sido parte de algún partido político de izquierda, nunca ha sido un activista, o ha estado envuelto en luchas sociales. Su perspectiva es esta; cómo podemos resolver los problemas con soluciones tecnocráticas. La izquierda que está oponiéndose a la Stalinista y a la izquierda tecnocrática  es un movimiento social de izquierda que está comprometido a una izquierda participatoria. Ellos están empeñados en tratar de movilizar a la gente y hacerla parte del proceso político.

PG: ¿Cómo supone que Correa mira a los movimientos indígenas y a las fuerzas sociales a su izquierda?

MB: Parece que los ve como oponentes políticos. El los ve como fuerzas a las que hay que combatir. La interrogante es ¿son los movimientos de izquierda quienes van a fijar la agenda, o es Correa quien lo hará? De alguna manera correa parece verlo como un juego de todo o nada. En la elección del 2006 cuando Correa ganó, Pachakutik (el partido indígena) obtuvo un 2%. Esta vez parece como que obtendrán un 5%. Correa dice; esto es un porcentaje insignificante de la población y no necesito traerlos dentro de mi coalición como un cálculo electoral para ganar poder. De hecho mis colegas en Ecuador dicen que desde que Correa fue electo presidente ha habido un incremento en los incidentes racistas y del racismo en general. Este es un fenómeno que vemos en otras partes, como en Colombia, por ejemplo. Los movimientos indígenas están tan bien organizados que ganan espacios políticos que exceden su representación numérica en el país. En Ecuador existe cierto resentimiento de parte de los no indígenas hacia los indígenas a causa del espacio y poder político que los últimos han ganado. Parece que Correa juega la carta de la raza y lo hace dentro de las latentes actitudes racistas de la población dominante de blancos y mestizos. Usted lo ve en la retórica de Correa. Él dice cosas muy desagradables a cerca de la gente indígena, los ambientalistas, y lo que él denomina como “ultraizquierdistas”. El parece hacer estas declaraciones para aumentar su apoyo electoral entre otros sectores de la población. Esta es una estrategia populista para cementar su apoyo electoral en lugar de movilizar a la población como a un movimiento social.

PG: ¿Cómo han impactado las políticas de Correa a los pobres de las ciudades y a los habitantes o indígenas pobres del área rural?

MB: Para los pobres de las áreas urbanas las políticas de Correa han sido de las mejores cosas. Yo diría que Correa es el mejor presidente que Ecuador ha tenido. En maneras que dicen más a cerca de los otros presidentes que a cerca de Correa. Yo diría que en la historia del mundo hay muy pocos presidentes que realmente han hecho contribuciones positivas a sus sociedades. Por lo que es muy importante entender las políticas de Correa en este contexto. Muchas de las políticas de Correa han resultado en un marcado mejoramiento de las condiciones de vida de la población urbana pobre. Sin embargo, hay un par de críticas. Una es que, existe un bono de desarrollo humano, que es como un subsidio económico. Este fue incrementado recientemente de $35 a $50 dólares al mes. El movimiento social de izquierda dice que; esto no es más que neoliberalismo. Esto es simplemente caridad en vez de tratar con los problemas estructurales de la sociedad. Este tipo de políticas constituyen un buen juego en términos de atraer a los pobres de las ciudades dentro de la coalición de Correa. El movimiento social de izquierda critica esto como una estrategia populista. Esto es un tema muy amplio en América Latina donde históricamente existe mucha tensión entre populistas y marxistas. Los populistas están apelando a los intereses económicos de la población que supuestamente proveerá la base de apoyo para un movimiento marxista basado en la lucha de clases. Pero, los populistas usan esa retórica para suplantar esto. En Ecuador, históricamente esto ha sido un problema. Correa ha sido mucho mejor que los populistas del pasado en hacer uso de este discurso, la caridad, y estas políticas para movilizar la base electoral. Todo esto en contraste con los presidentes del pasado que nunca en verdad hicieron nada en beneficio del pueblo. Pienso que esta es la razón para la longevidad de Correa. El en efecto continúa con sus políticas de subsidios económicos a las clases más pobres. Mientras que las tasas de pobreza, desigualdad, pobreza extrema, analfabetismo y todos los indicadores socio económicos se mueven en una dirección muy positiva en términos de la población urbana pobre, para los pobres de las áreas rurales las políticas de Correa no están teniendo el mismo impacto. Una interpretación es que Correa no está interesado en lo pobres del área rural porque ellos constituyen la base de apoyo de los movimientos indígenas. Estos son sus oponentes políticos, entonces por qué preocuparse por ellos. Algunas personas dicen que esto se debe a los cambios demográficos y que esto es un cálculo electoral. Ecuador, como está sucediendo en el resto del mundo, se está urbanizando con rapidez, lo que significa que temas rurales como la reforma agraria no tengan la importancia electoral que tenían previamente. Las cifras más recientes que he visto indican que los indicadores socioeconómicos están mejorando en el campo, aunque inicialmente estaban en retroceso. Entonces, debe haber habido un atraso ahí.

PG: ¿Como las protestas generales de los indígenas y de la izquierda han hecho que las políticas de Correa viren a la izquierda y cuál ha sido la respuesta de Correa ante las protestas?

MB: Hace unos 5 años la idea a cerca de las protestas cambio radicalmente. Si observamos a los años del neoliberalismo en los 90, los movimientos sociales constituían el freno contra las políticas neoliberales. Nosotros vemos esto en Ecuador donde los movimientos sociales han derribado gobiernos que estaban gobernando contra sus intereses de clase. Pero el problema es que si derribamos a un gobierno que dirige en contra de nuestros intereses de clase y no tenemos una alternativa positiva para implementar, entonces un  nuevo gobierno neoliberal legará al poder. Esto fue lo que arrastró a los movimientos sociales al terreno electoral. Había una necesidad de crear una alternativa positiva concreta. Hace 5 años emergió en el movimiento indígena de todo el continente un eslogan común, el cual era, “De la Protesta a la Propuesta”. Fue esta idea de que ya no estamos protestando políticas con las cuales no estamos de acuerdo, sino que, vamos a proponer planes concretos. Los movimientos sociales han sido el mecanismo de verificación en la implementación de políticas. Si no fuera por los movimientos sociales, la administración de Correa estaría más a la derecha.



Traducido del inglés  por Marvin Najarro



Marc Becker es un profesor asociado de Estudios Latinoamericanos en Truman State University. Él ha trabajado con movimientos indígenas y ha escrito ampliamente a cerca de los movimientos sociales e indígenas en Latinoamérica. Él es el cofundador de Nativeweb, una organización educacional dedicada al uso de tecnología para diseminar información de y sobre temas indígenas y promover la comunicación entre nativos y no nativos. Él es el autor de numerosos libros incluyendo  Pachakutik: Indigenous Movements and Electoral Politics in Ecuador (2012) and Global Democracy and the World Social Forums (2007).


Paul Gottinger es un escritor de Madison, Wisconsin en donde edita whiterosereader.org, en donde primero apareció este artículo. Él puede ser contactado a paul.gottinger@gmail.com.








Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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