lunes, 26 de marzo de 2012

EL DELFÍN SE ENREDÓ EN LA RED: EL CASO DE OTTO PÉREZ LEAL

INTRODUCCIÓN

Otto Pérez Leal, de quién podría pensarse que en algún momento de su carrera política sería o será algo así como el sucesor designado o el delfín del actual mandatario, en una de sus primeras actuaciones como alcalde del municipio de Mixco, no ha hecho más que zurrarse en sus futuras aspiraciones políticas. Desde muy temprano y dando muestras de escasa sapiencia política, no solo ha dañado su reputación e imagen, sino que, también ha terminado embarrando la buena impresión dejada hasta aquí por algunas de las buenas actuaciones del actual presidente; su padre, Otto Pérez Molina. Como  Luciano Castro Barillas lo menciona en el siguiente artículo, resulta aberrante y grotesco que el alcalde mixqueño, por iniciativa propia o por consejos de otros, haya optado por recetarse semejante salario (85,000 quetzales mensuales) en un país  en donde campea la pobreza extrema y con familias; en el mejor de los casos, teniendo que sobrevivir con 1,500 quetzales al mes. Es un acto de política criolla, chapina, que se mueve entre el desencanto y lo inesperado. Marvin Najarro.


EL DELFÍN SE ENREDÓ EN LA RED: 
EL CASO DE OTTO PÉREZ LEAL

Por Luciano Castro Barillas


Otto Pérez es un caso típico de otredad, es decir, que es otro, a despecho de que se llame Otto Pérez, como su padre. Con su reciente actuación de casi triplicarse el salario como alcalde del municipio de Mixco, del departamento de Guatemala, quedó realmente mal ante la opinión pública porque una de las políticas más emblemáticas del actual presidente es su declarada lucha frontal contra la corrupción, tal el caso de su política de transparencia y rendición de cuentas. Hay también un generalizado malestar ciudadano por los altísimos salarios de muchos funcionarios públicos que son contrastantes e insultativos con los raquíticos salarios mínimos de los obreros y campesinos que no les alcanza para cubrir el mínimo vital. Los ingresos de subsistencia de los sectores populares son la causa de los altos índices de criminalidad en el país y en tanto esto no se mejore, la violencia seguirá exponencial y encarnizada, pues los niveles de saña y perversión con se ejecuta a las víctimas van del espanto al horror. De hecho, en el campo y en todas las ciudades de Guatemala asuela el hambre, eufemísticamente reconocido por el gobierno como incremento de la canasta básica. De allí que lo hecho por el hijo del presidente, Otto Pérez Leal, de incrementarse a sí mismo el salario a 85 mil quetzales mensuales no es, realmente,  exorbitante, pues equivale a unos 12 mil dólares estadounidenses. El problema es que el monto de ese salario es aberrante y grotesco para familias que viven con 50 quetzales diarios, o sea 1,500 quetzales al mes, en el mejor de los casos.   Puede él devengar ese salario por su capacidad y preparación –no cabe la menor duda-  pero no debe, porque moral y políticamente es incorrecto. Si eso se diera en los Estados Unidos o en algunos países europeos el monto del salario nada tendría de escandaloso, sin embargo que ocurra en Guatemala es y será pasto de escándalo, máxime proviniendo la acción del probable delfín presidencial dentro de cuatro años, dado que algunas acciones del actual presidente tienen una adecuada percepción y valoración de la ciudadanía. La carrera política del delfín había empezado siendo alcalde del municipio mixqueño pero el vástago literalmente se zurró e hizo que se cumpliera a cabalidad el añejo refrán de que  nada mejor que un hijo para echar a perder a un padre. El golpe bajo recibido por el gobernante es irreparable y el gusto por los buenos billetes de Otto Pérez Leal no refleja vocación de servir al pueblo sino de servirse de él.  El mal está hecho, porque aunque el alcalde de Mixco dejó sin efecto el acuerdo municipal de incremento de salario, la impresión ciudadana es que todo politiquero a lo que aspira es hacer dinero. Hoy le que le queda a este desvaído y joven alcalde es ser sometido a  un ritual chamánico de purificación, limpia y sanación con tanto brujo maya que hay en la actualidad disponible, diestros en el manejo y golpes con ramas de shilca, volatilizaciones de alcohol en la cara del tratante y ensalmos que lo conducirán hacia arcanos de rectificación y a alejarle las malas compañías como la de El Pirata, Wagner Roldán, que es su secretario y su director financiero, Mynor Aquino. Seguramente estos cuates lo embrocaron afirman algunos incondicionales seguidores. Pero vaya usted a saber quién fue el de la idea de aumento de sueldo para el alcalde, síndicos, concejales y altos funcionarios municipales. Podría ser que nadie tenga individualmente responsabilidad con ese asunto del dinero y sin embargo todos estén conchabados, para cumplir otro viejo y sabio refrán popular: “A San Juan que lo llevan, y a él que le gusta”. Ya me imagino, dijo otro correligionario del Partido Patriota: ¡Que puteada la que le dio el general por mula!


Guatemaltequismos

SHILCA: Arbusto silvestre  cuyas ramas  son utilizados en los rituales chamánicos de Guatemala 

PUTEADA: Admonición  o amonestación severa









Publicado por Marvin Najarro
Ct., USA.

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