No hay duda
que Guatemala es un país extraño, pero sobre todo peligroso. Un país
apocalíptico en donde el jinete negro cabalga a sus anchas. Recién electo
presidente y sin todavía haberse posesionado como jefe de estado y ya el ex–General
y sus lugartenientes – quienes todavía piensan que la guerra no ha terminado –
se han fabricado, como en los tiempos del terrorismo de Estado, una lista negra
que contiene el nombre de 32 presuntos terroristas (ex combatientes
guerrilleros) a quienes los nostálgicos del terror y el abuso sindican como
responsables de actos criminales en contra de los militares. Estos desquiciados
individuos tienen una muy peculiar manera de leer o interpretar la historia:
Fueron los grupos guerrilleros (EGP y PGT) quienes planearon y ejecutaron todos
los actos de terror y abuso mientras que los militares fueron las víctimas
inocentes que indefensamente soportaron 36 años de atrocidades. Si no fuera
porque estas cosas solo suceden en Guatemala y hasta se aceptan como normales,
estaríamos hablando del país de la obra de Orwell,1984. La nota periodística que La Cuna del Sol
publica con carácter de urgente es apenas un indicio de lo que le depara a Guatemala, una ominosa señal
de que la Mano Dura o mejor dicho La Mano Negra del General, con anticipación,
ha empezado con su dedo índice a señalar
a quienes serán los primeros
recipiendiarios de su pesado y tenebroso puño.
Quizá, en un
acto de buena fe y ausencia de prejuicios, no debiera tomarse lo de la lista
negra como políticas oficiales promovidas indirectamente por el nuevo gobierno
del Partido Patriota, sin embargo, es también poco probable que se haga algo en
contra de ellas porque la ultraderecha militarista guatemalteca siempre ha
tenido esos espacios, solo que de manera disimulada en los últimos años. Sólo
el tiempo dirá si la actual embestida de estos grupos fanáticos y terroristas
logrará el cometido deseado: la venganza y la destrucción de la incipiente democracia
guatemalteca.
A continuación
presentamos la primera de tres entregas que se publicarán en los próximos días.
Marvin Najarro
LA NUEVA LISTA NEGRA
DE LA ULTRADERECHA
GUATEMALTECA
Por Luciano
Castro Barillas
Era inevitable que eso ocurriera. El escenario
político es ya distinto a partir del triunfo electoral del general Otto Pérez
Molina, sin embargo, se dieron atisbos de esperanza en el ínterin de las dos
semanas en que el general, asesores, incondicionales y patrocinadores se
tomaron el trabajo de integrar el gabinete, cuya composición y moderación es
variada; exceptuando al Ministro de Comunicaciones, Alejandro Castillo
Sinibaldi, quien tiene un odio visceral hacia los revolucionarios, tal lo ha
manifestado en cuanta ocasión ha tenido de despotricar contra los simpatizantes
de esta filiación política.
Ahora bien, somos una de las tantas
personas que creemos y confiamos que la amplia y ya consolidada
institucionalidad nacional e internacional presente en el país hace inviable
cualquier loco intento de retorno al pasado, en todo caso de
horror, represión, ejecuciones extrajudiciales por opiniones políticas, tortura
y secuestro; en fin, de una larga cadena de atrocidades e infamias que
caracterizo al conflicto armado interno de Guatemala de 36 años y que añora los
nostálgicos del terror y el abuso
Es asunto de enfrentar a estos enloquecidos sujetos, ansiosos de venganza
y empeñados en tapar el sol con un dedo, con resolución y firmeza política, con
la ley, pero sobre todo con la historia, pues las denuncias de la Asociación de Veteranos
militares y la Asociación
de Viudas de Militares del Ejército de Guatemala contra 32 luchadores
sociales -no terroristas- como ellos los
califican con suma facilidad, no es más que un chantaje en contra de la Fiscal General
Ahora bien, pedir que se investigue a supuestos militantes del Ejército
Guerrillero de los Pobres, EGP, y del Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT,
por crímenes cometidos contra militares en servicio pues, sencillamente, es
improcedente. Hay una amnistía para ambos bandos como parte de los acuerdos de
paz, lo cual no incluye, claro está, los genocidios. La puya va dirigida
precisamente contra la Fiscal Generalla Muerte , está integrada por personas que aún viven
y otras que ya dejaron de existir. Los nuevos amenazados por el poder militar no
desmovilizado y todavía muy capaz de causar daño y perjuicio son los
siguientes:
- Enrique Paz y Paz (padre de
- Ricardo Falla (sacerdote, antropólogo e
investigador)
- Sandra Morán
- Silvia Solórzano Foppa (hija de la crítica de
arte secuestrada y desaparecida, cuya brillante carrera la hizo en México;
Alaíde Foppa).
- Raquel Saravia
- Donald MacKenna (sacerdote norteamericano)
- Ricardo Rosales Román (Secretario General del
Partido Comunista, PGT).
- Gustavo Adolfo Meoño Brener (Comandante Manolo,
fue segundo comandante del EGP y ex director de
- Enrique Corral Alonzo (Director de
- Alba Estela Maldonado (Comandante Lola)
- Celso Morales (actual asesor de la bancada de
URNG en el Congreso).
- Byron Javier Oliva
- Yolanda Colom Caballeros (hermana del actual
presidente Alvaro Colom).
- Laura Hurtado Paz y Paz (tía de la actual Fiscal
General).
- Miguel Ángel Albizúrez (dirigente de la extinta
Central Nacional de Trabajadores, CNT, y actual luchador social).
- Guillermo Cruz Ventura
- Luis Gurriarán
- Javier Gurriarán
- Higinio Víctor Alejandro Fortuna Zea
- Mario Alfonso Bravo Soto
- Eduardo José Cruz López
- Wilson Romero
- Luis Colindres
- Mario Argueta López
- Guillermo Castañeda
- Israel Márquez
- Carlota Cáceres (Compañera Lolita)
- Víctor Manuel López (Comandante Vicente)
- Guillermo Cruz Ventura (Comandante Mariano)
- Ricardo Haroldo Ramírez de León (Comandante
Rolando Morán, ya fallecido, comandante en jefe y fundador del Ejército
Guerrillero de los Pobres, EGP).
- Fernando Hoyos, español, conocido como comandante
Carlos, comandante del Frente Guerrillero Ho Chi Min.
- Juan José Hurtado Paz y Paz.
Lo
curioso de todo esto es que la querella se plantea al momento del triunfo
electoral de un militar, cuestionado también por sus acciones de guerra. Como
respuesta a los señalamientos del coronel Ricardo Méndez Ruiz sobre el
secuestro de su hijo en 1982, las organizaciones populares integradas por
Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Gualán, Asociación Bufete Jurídico
Popular Rabinal, Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, Fundación
Rigoberto Menchú y la Fundación Nueva
“En primer lugar como víctimas sobrevivientes del conflicto armado
interno, comprendemos el dolor y la angustia del coronel Méndez Ruiz durante el
tiempo en el cual su hijo estuvo secuestrado. Y lo comprendemos bien, puesto
que nuestros familiares, padres, esposos, esposas, hijos, hermanos, etc., corrieron
suerte parecida, sin embargo con un final distinto: ellos jamás aparecieron o
lo hicieron torturados salvajemente y ejecutados (…) cuando usted todavía
fungía como comandante de la zona militar de Cobán, en la que se recuperaron
los restos de 117 personas, sólo mujeres y niños; la de Panacal, Pichec,
Chichupac (…) y tanta otras de las que seguramente por el puesto que ocupaba en
la zona militar tuvo conocimiento y quizá responsabilidad.
Por eso pensamos que usted
también apoyará a los familiares víctimas sobrevivientes en su infatigable
lucha por esclarecer la verdad (…) quizás algún día usted tenga que presentarse
ante la justicia y explicar muchos hechos, muchas muertes, masacres,
violaciones, desapariciones, torturas, etc.; que ocurrieron en el tiempo en que
usted fue comandante de la zona militar con sede en Cobán”.
(Continuará
la segunda parte la próxima semana).
Publicado por: Marvin Najarro
CT, USA.
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