miércoles, 28 de diciembre de 2011

Después de Postville


Hace más de tres años, Postville, una pequeña comunidad rural en el estado de Iowa, con una población de unos 2,000 habitantes fue el foco de la atención nacional e internacional. El motivo: la redada llevada a cabo en la planta empacadora de carne y matadero de reses Agriprocessors Inc. por los agentes de inmigración del ICE. Más de 400 personas (20% del total de la población), la mayoría inmigrantes indocumentados, fueron arrestados en lo que se considera hasta la fecha la mayor operación anti-inmigrantes en la historia de los Estados Unidos llevada a cabo en un centro de trabajo. Durante la operación (en la mañana de la primavera de mayo del 2008), fueron arrestados 290 guatemaltecos, 93 mexicanos, 2 israelíes y 4 ucranianos. Todos los arrestados en esa infame redada fueron acusados y luego sumariamente juzgados por crímenes de robo de identidad, fraude, uso de números del seguro social robados y otros crímenes. 300 trabajadores fueron encontrados culpables en el lapso de cuatro días, cumpliendo sentencias de cinco meses antes de ser deportados. Posteriormente muchos de los trabajadores indocumentados dijeron haber sido abusados física y sexualmente en la planta procesadora. 57 menores de edad fueron empleados ilegalmente, con edades a partir de los 13 años.

Barack Obama, quien en ese entonces ocupaba el cargo de senador en el Congreso Estadounidense y en plena campaña por la presidencia de los Estados Unidos, hablando ante la  concurrencia que asistía a la conferencia anual  del Concilio Nacional de La Raza, describió  como las comunidades hispanas son “aterrorizadas” por los oficiales de inmigración del gobierno. Acto seguido, ante la entusiasmada y como siempre ingenua audiencia latina, Obama dijo:“Cuando las comunidades son aterrorizadas por las incursiones de los agentes de inmigración, cuando las madres son separadas de sus bebés, cuando los niños llegan de la escuela y no encuentran a sus padres, cuando las personas son detenidas sin derecho a consulta legal, cuando todo eso está pasando, el sistema simplemente no está funcionando, necesita ser cambiado,  necesitamos que el sistema funcione para todo el mundo.” Obama prometió encontrar una vía para otorgar la “ciudadanía” para todas aquellas personas viviendo actualmente como ilegales en los Estados Unidos, dijo, por otra parte, (...) nación de inmigrantes y nación de leyes, podemos hacer ambas cosas.”  Esas fueron las palabras de Obama, el candidato, el astuto político, quien no escatimó palabras en su afán de lograr el ansiado voto latino que, finalmente, lo llevó a ganar la elección presidencial en el 2008. La realidad, después de casi tres años de su llegada a la presidencia, contradice aquellas promesas de campaña.

A finales de febrero del 2011 y a pocos días de haber sido juramentado presidente de los Estados Unidos, se lleva a cabo en la localidad de Bellingham, Washington, la primera redada de la administración de Obama, en la que fueron arrestados 28 trabajadores indocumentados. Lejos de cumplir con sus promesas electorales, la administración del presidente Obama, cediendo como ha sido su costumbre a las presiones de los republicanos, el Tea Party y otros grupos de anti-inmigrantes, ha desatado una de las más feroces campañas destinadas a “remover” del país a todas aquellas personas con status de indeseables (léase latinos) que están invadiendo el territorio estadounidense amenazando la seguridad y el bienestar de la mayoría de la población blanca americana. Es precisamente bajo esa premisa que la administración de Barack Obama ha puesto en marcha uno de las más controversiales medidas anti-inmigrantes en la historia de este país: el programa Comunidades Seguras (Secure Comunities). Originalmente establecido como un programa piloto durante la administración de George W. Bush en el 2008 abarcando 14 jurisdicciones a nivel nacional, bajo la administración de Obama se ha extendido a más de 1,210 jurisdicciones (hasta marzo 2011) y se espera que para el 2013 abarque la totalidad de las jurisdicciones (3,114) que componen el país. Comunidades Seguras, es un programa bajo el cual la policía estatal y local comparte las huellas dactilares de todas aquellas personas arrestadas, con los oficiales federales de inmigración quienes se encargan de comparar dicha información con bases de datos del FBI. El objetivo fundamental de dicho programa, según las autoridades federales, es la captura y posterior remoción de todos aquellos criminales extranjeros de alta peligrosidad.

Actualmente, Comunidades Seguras está siendo utilizado en 1,882 jurisdicciones en 44 estados, aun más, se está usando en lugares en donde las agencias de policía local han solicitado no ser parte del mismo o en lugares como el Condado de Maricopa, Arizona, notorio por las flagrantes y repudiables violaciones a los derechos humanos. El programa contiene fallas enormes. En lugar de arrestar y deportar a aquellos criminales considerados como de alta peligrosidad, ha terminado afectando a personas sin record criminal alguno o que habían cometido crímenes menores, o en todo caso, simples faltas, que en el derecho universal no son objeto de persecución penal. Se estima que hasta octubre del 2011 de un total de 148,000 personas que han sido removidas del país bajo dicho programa, más de la mitad han sido deportadas por ofensas menores o simples y sencillamente por su apariencia física, victimas del llamado “perfil racial.”No hay duda que una de las razones o quizás la principal para la puesta en marcha de ese nefasto programa, al cual muy bien se le puede considerar como de limpieza étnica, ha sido la captura y remoción de los criminales e indeseables latinos. Porque ¿cómo se explica el que unos 3,000 ciudadanos estadounidenses, pero de aspecto latino, hayan sido arrestados y, en algunos casos confinados hasta por periodos de un año en cárceles federales de inmigración antes de ser liberados?

Después de la inhumana redada en Postville, la administración de Obama a través del Departamento de Justicia (el 19 de noviembre del 2009) desestimó todos los cargos por violaciones a las leyes de inmigración en contra de Agriprocessors. ¿Por qué? Seguramente porque al gobierno poco le importa tales ofensas a la ley. Después de Postville y contrario a las promesas de campaña del candidato Obama, el presidente continúa con las prácticas de su predecesor, “aterrorizando comunidades”, “separando madres de sus bebés,” “deportando a los padres,” con el consiguiente devastador efecto sobre los pequeños hijos de éstos. A más de tres años de los sucesos en Postville la administración de Obama ha deportado a más de 1.1 millones de personas. La cifra más alta en seis décadas. Despues de Postville y en el mes que se celebra el Dia Internacional del Migrante, “la audacia de la esperanza” y el “cambio en el cual ustedes pueden creer,” se han hecho humo y solo han quedado en la inconsecuente retórica de “The One.”

Más de tres años después de la redada, la pequeña comunidad rural de Postville es más pobre y menos estable. El trato recibido por los inmigrantes aquí en los Estados Unidos ha sido descorazonador, pues cerca de 400,000 han sido deportados, muchas veces sin el debido proceso. Leyes anti inmigrantes y xenofóbicas han sido aprobadas en Alabama, Arizona, Carolina del Sur y Utah. Las políticas y el sentimiento anti inmigrante en los Estados Unidos ha incrementado el temor y el aislamiento en la comunidad latina.






Publicado por: La Cuna del Sol

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